Nadie puede predecir el final de esta trama que enlaza a unos con otros y aquellos con estos. El último en aparecer es otro antiguo amigo y compañero de Aznar, Juan Villalonga. El que iba ser presidente del Valencia C.F., también aterriza en esa ciudad de manos de los imputados en el Gürtel, y por supuesto con la correspondiente ganancia de una operación opaca.
El Partido Popular si no consigue resolver esta situación con decencia política puede hacer un daño gravísimo a la democracia representativa y al sistema democrático. Conforme pasen los días, se irán manifestando nuevos episodios asignados a los mismos protagonistas o colateralmente entraran en escena otros actores afectados por el escándalo.
Desde que se conocían algunas referencias de las cantidades evadidas se estaba especulando sobre la reacción que Mariano Rajoy y su equipo, tendrían preparado para explicar lo injustificable. Es más, si la figura del presidente del PP, se cotiza a la baja debido a su falta de coraje político para saldar la situación, se esperaba la entrada en escena de Esperanza Aguirre. Pero esto, tampoco ha podido ser. También el PP madrileño está implicado y afectado por presunta financiación económica a través de una empresa que preside Esperanza Aguirre.
Es decir, amigos y conocidos del ex presidente, protegidos del Sr. Rajoy, Gobiernos autonómicos y ciudadanos particulares han disfrutado de este entramado económico que se han montado con el dinero público que se utilizaba para pagar comisiones y sobornos.
En una situación económica difícil como la que vivimos, apreciar y valorar el disfrute y enriquecimiento que se ha generado bajo el paraguas protector del Partido Popular, es indignante. Por ello, la sociedad española debemos exigir una limpieza y castigo jurídico para los implicados. El Partido Popular tiene la obligación de demostrar que las instituciones públicas no sirven para el enriquecimiento de los ambiciosos corruptores, amigos y allegados.
Ahora, ante esta situación no valen mensajes velados que distraiga a la opinión pública. Se necesita contundencia y severidad política para que paguen todos los implicados ¡¡¡POR UNA DEMOCRACIA LIMPIA!!!