30/08/2016

El precio de la abstención

A las 16:00 horas de hoy, el candidato popular Mariano Rajoy, se presentará en el Congreso de los diputados para obtener la confianza de sus señorías y su voto le permita formar Gobierno. Si no consigue 176 votos a favor de su investidura tendrá que volver de nuevo el próximo viernes.

Si se cumple lo anunciado por los portavoces del resto de grupos políticos, serán 180 votos los que le dirán NO. Ante esta disyuntiva el Partido Popular insiste en llamar a la abstención del PSOE. Cosa esta, que no debería enrocarnos, ya que, el viernes si consigue que 11 diputados se abstengan, igualmente podría ser nombrado presidente.

La política que ha aplicado durante los cuatro años que ha gobernado con mayoría absoluta y las consecuencias que ha tenido para la sociedad española, ha generado que al día de hoy, no tiene seguro que once diputados del arco parlamentario mire para otro lado.

La machaca que los dirigentes populares están ejerciendo sobre los socialistas es sorprendente. Y, aunque estos últimos, solo tienen 85 escaños, para el PP ellos tienen que ser quienes les faciliten la investidura. La dirección socialista lo ha dejado claro: los votos de sus electores no van servir para hacer a Rajoy presidente.

En este bucle nos encontramos y todo indica que lo seguiremos estando. A pesar de que nadie quiere nuevas elecciones ¿Entonces que se puede hacer?
El pacto firmado entre PP y C’s, aunque contiene avances en un nuevo modelo de gobernar, no es suficiente para el grupo socialista que valora que han quedado fuera cuestiones imprescindibles de su programa electoral, a las cuales, no están dispuestos a renunciar.

Llegados a este punto, también sorprende que tanto en el PP como en el PSOE, no existan arquitectos capaces de construir los puentes necesarios que facilite un acercamiento verdadero y transparente, para que la opinión pública conozcamos con exactitud las verdaderas razones que nos tienen bloqueados.

Después de intentarlo poniendo los programas políticos sobre la mesa, valorando todas aquellas medidas que más benefician al futuro de la sociedad, cuyo interés general sea el que prevalezca por encima de otros intereses, se podrá comprobar cuáles son los motivos que generan el desencuentro total y que nos aboca a unas nuevas elecciones. Mientras que no se ponga negro sobre blanco, estaremos a expensas de las declaraciones de unos y otros.

19/08/2016

La aritmética política

Finalmente, tal como estaba anunciado, hoy se ha producido la firma del protocolo que desarrolla el proceso de negociación entre el Partido Popular y Ciudadanos para facilitar la investidura de Mariano Rajoy.

Sus 170 escaños si se suma al acuerdo resultante Coalición Canaria, no son suficientes para que Mariano Rajoy, sea elegido presidente del Gobierno de España.
Las matemáticas son tozudas, y si el resto de grupos políticos por razones diversas, no se abstienen o votan a favor, el voto negativo de los 180 diputados restantes que conforman el Congreso de los diputados, obligaría a buscar un candidato alternativo, que superara los 176 escaños, o repetición de elecciones.


La voluntad de los electores ha decidido que se han acabado las mayorías absolutas y por tanto, se tiene que negociar la composición de los gobiernos futuros.

Con los datos resultantes, antes expuestos, la insistente responsabilidad que se le atribuye al anunciado `NO´ del PSOE debería ser desmitificada. Conviene recordar que son 180 diputados los que deciden no apoyar a Mariano Rajoy y no sólo los 85 del Partido Socialista.

Por tanto, una vez que se conozcan los detalles del documento del pacto de investidura que firmarán PP y C’s, estos grupos, están obligados a buscar los apoyos necesarios dentro de todo el arco parlamentario que conforma el Congreso.

Por ello, la generosidad del contenido del acuerdo para con el resto de los programas políticos de los demás grupos, debe ser la hoja de ruta, que dirija la posibilidad de recabar los apoyos necesarios que impidan repetir las elecciones.

Si el Partido Popular y Ciudadanos no son capaces de atraer a su proyecto político, otros apoyos en las diversas formas expresadas, deben de asumir que la responsabilidad del fracaso tiene que ser compartida.

09/08/2016

El barómetro de julio

Según los datos que aportan el barómetro de julio realizado por el CIS, los españoles, medio punto arriba o abajo, seguimos pensando igual que en las pasadas elecciones del mes de junio.

Resaltemos que el grupo político más beneficiado es el Partido Socialista Obrero Español. Ello, no impide que el Partido Popular mantenga una diferencia de 10 puntos a su favor en la intención de voto.

Sin entrar en grandes disquisiciones, sí quiero destacar que el candidato popular Mariano Rajoy, demuestra conocer bien el comportamiento psicológico del resto de candidatos y sus organizaciones.
Si no fuera así, no se habría atrevido a decir no al Jefe del Estado, cuando en diciembre de 2015, le propuso formar Gobierno. Decisión arriesgada que le podría haber dejado fuera del Gobierno que preside en funciones. Sin embargo, el desacuerdo de la izquierda y progresistas hizo que hubiera que repetir las elecciones en el mes de junio.

El esfuerzo realizado por el candidato socialista cuando el Rey le pide a Pedro Sánchez formar Gobierno, no alcanzó el objetivo deseado. Mucho se ha dicho y escrito sobre la negativa de Podemos en la votación, y al mismo tiempo, igualmente, hemos escuchado y leído los motivos que hubo para ello.

Y, es precisamente ese conocimiento del perfil político de los líderes de los partidos y su organización interna, el que hace que sin prisa, mañana de nuevo Rajoy, inicie otra ronda de contactos para lograr ser investido presidente.

Ante una tendencia inamovible del electorado, sólo quiero incidir en un dato irrefutable: la suma del porcentaje de voto de PSOE y Unidos Podemos, alcanza el 42,7%. El Partido Popular según el sondeo del CIS obtiene el 32,5% en intención del voto.


03/08/2016

El primer paso de la caminata

Hasta hoy, los 137 escaños conseguidos por el Partido Popular en las elecciones de junio, le han servido para que a su candidato Mariano Rajoy, el Jefe del Estado, le encargue la posibilidad de formar Gobierno. Y, después de aceptar, estamos viendo que la tarea encomendada no es nada fácil. Sobre todo debido al resultado electoral.

Para el Partido Popular el avance en escaños no ha sido suficiente para conseguir no tener que depender de los acuerdos necesarios con otros grupos políticos que le garanticen la investidura primero, y después un programa de Gobierno realizable al servicio de la ciudadanía española.

A ello, Rajoy se pone a trabajar. Después de recibir el anunciado NO de los Socialistas, el grupo Ciudadanos le manifiesta su intención de abstenerse. No obstante, en este último encuentro, según el propio Rajoy, “damos el primer paso de la caminata”. Que si no cambian las posturas se vislumbra larga y pedregosa.

Ahora bien, hemos podido valorar que para que se reconozca un “primer paso” Rivera, ha tenido que comportarse receptivo a estudiar los documentos que Rajoy le pone sobre la mesa. Imaginamos que después, vendrá la contrapropuesta y entonces se verá si lo acordado hace cambiar la posición política de Ciudadanos.

En lo que, de partida sí están de acuerdo, es en descargar toda la responsabilidad de un posible fracaso y consecuentemente repetición de elecciones en Pedro Sánchez y el Partido Socialista. Esto, por mucho que se repita no se sostiene, debido precisamente a la suma de votos que aporta cada grupo político. La suma de PP y C's, son 169 escaños; la suma del Partido Socialista y Unido Podemos 156. Con lo cual, sólo bastaría el preceptivo acuerdo entre los grupos con más votos para iniciar la “caminata”.


Llegados a este punto, la posición socialista si se mantiene invariable, debe ser explicada ante la opinión pública. Además, del consabido “nosotros queremos cambiar a Rajoy” “somos alternativa de Gobierno”, es necesario explicar las diferencias políticas programáticas por la cuales, no se puede apoyar la investidura de Mariano Rajoy.

Esto último, es urgente. Los asesores socialistas tienen que ser ágiles en la pedagogía explicativa. No olvidemos que el centro-derecha y sus adláteres mediáticos serán constantes y repetitivos hasta la saciedad.