El lunes 26 de enero 2015, en este mismo espacio,
conocido el anuncio de adelanto electoral en Andalucía, manifesté que eran unas
`elecciones arriesgadas´. Sobre todo si no se tenía la certeza segura de que se
lograría la mayoría absoluta.
Los resultados electorales dieron la mayoría al PSOE-A, Susana
Díaz había logrado su objetivo: que los socialistas fueran el partido más
votado y por tanto con más escaños. Esto hasta el día de hoy, no ha sido
suficiente para lograr ser investida Presidenta y por tanto, gobierna en
funciones.
Lamentablemente, ya han sido tres las ocasiones que los
grupos restantes que conforman el parlamento le han dicho “NO” a su elección
para presidir el nuevo Gobierno.
Es evidente, que el resultado obtenido el 22 de marzo,
aunque bueno, está teniendo consecuencias para la presidenta Díaz. El hecho de
formar parte de la historia de la Comunidad como la Presidenta que ha fracasado
en tres ocasiones ser investida, la deja en un lugar político inédito en
nuestra democracia.
Ahora bien, el próximo día 24, en las elecciones
municipales y algunas autonómicas, los resultados de las encuestas, dibujan un
panorama muy parecido a los resultados obtenidos en Andalucía y, dependiendo de
la capacidad política y estrategia de cara a las generales de noviembre, de
nuevo se puede repetir la escena que en Andalucía se ha repetido en tres
ocasiones.
Es decir, no se llega a un acuerdo debido a que todos
están mirando el futuro inmediato; y de nuevo el día 25 puede ocurrir algo
parecido con respecto a los acuerdos de gobierno que se hayan de adoptar para
gobernar municipios y comunidades. Están la próximas generales.
Ante esta realidad de ingobernabilidad que perjudica a la
ciudadanía, se tienen que tomar decisiones firmes que corrijan la situación.
España ya no es bipartidista, y por tanto, se tiene que legislar una nueva ley
electoral que contenga y facilite la formación de gobiernos con los nuevos
partidos que entran en el panorama político.
El laboratorio de ensayo que está siendo Andalucía tiene
que dar resultados positivos para el desarrollo democrático de nuestro país.