Cuando estamos inmersos en el debate para alcanzar posibles acuerdos que ayuden a salir de la crisis económica que ya hace daño en muchas familias, tenemos que soportar las tomaduras de pelo del Presidente de la Comunidad Valenciana.
En una etapa de mi vida, tomé la decisión de cambiar de vivienda y el dinero de la venta lo invertí en la compra de la nueva casa. Como lo hice dentro del mismo año las plusvalías generadas fueron reinvertidas.
Esto, fue suficiente para que Hacienda estuviera vigilante y pidiera justificantes de la operación.
Entonces pienso, que si lo anterior despertó la vigilancia del Estado, cuando el presiente Camps (PP), después de los años de ejercicio declara que su patrimonio está compuesto de: una cuenta corriente con un saldo de 900 euros y la mitad de un piso valorado en 110.000. De manera automática Hacienda debe entrar a investigar a este ciudadano.
Pensemos que representa a una Institución del Estado, cuyo sueldo lo pagamos todos los ciudadanos/as con nuestros impuestos. Por tanto, tanto despilfarro es sospechoso y si no lo hace está defraudando a la Hacienda pública ocultando sus verdaderos bienes. Esta es la actuación que corresponde a las autoridades de un Estado de Derecho.
La sociedad civil, también tenemos que entrar en escena. Es posible que sus allegados benefactores miren para otro lado y todos contentos. Pero, con los votos de sus afines no se consigue presidir el Gobierno de la Comunidad. Y, es entonces cuando los electores valencianos tienen que decir ¡basta! No podemos permitir que el Presidente nos desprecie de la manera que lo hace. Está insultando a todas esas familias que están pasando por momentos difíciles y que ahora pueden valorar cómo su Presidente se mofa de ellas.
Anoche, en Teleesperanza, se le brindó al Sr. Rajoy una plataforma para expresar su ideario político con la connivencia de los periodistas que le interrogaban. Obvia decir, que no se mencionó la declaración de bienes de su amigo de Valencia. Todavía tenemos en la mente la famosa frase: “Paco, siempre estaré contigo, a tu lado, delante o detrás”.
Pues bien, ahora la sociedad, estamos esperando una aclaración de los afectados y sus amigos.
En democracia no podemos permitir que los votos y las mayorías absolutas, generen comportamientos que provocan la desafección de la ciudadanía hacia la política.
En una etapa de mi vida, tomé la decisión de cambiar de vivienda y el dinero de la venta lo invertí en la compra de la nueva casa. Como lo hice dentro del mismo año las plusvalías generadas fueron reinvertidas.
Esto, fue suficiente para que Hacienda estuviera vigilante y pidiera justificantes de la operación.
Entonces pienso, que si lo anterior despertó la vigilancia del Estado, cuando el presiente Camps (PP), después de los años de ejercicio declara que su patrimonio está compuesto de: una cuenta corriente con un saldo de 900 euros y la mitad de un piso valorado en 110.000. De manera automática Hacienda debe entrar a investigar a este ciudadano.
Pensemos que representa a una Institución del Estado, cuyo sueldo lo pagamos todos los ciudadanos/as con nuestros impuestos. Por tanto, tanto despilfarro es sospechoso y si no lo hace está defraudando a la Hacienda pública ocultando sus verdaderos bienes. Esta es la actuación que corresponde a las autoridades de un Estado de Derecho.
La sociedad civil, también tenemos que entrar en escena. Es posible que sus allegados benefactores miren para otro lado y todos contentos. Pero, con los votos de sus afines no se consigue presidir el Gobierno de la Comunidad. Y, es entonces cuando los electores valencianos tienen que decir ¡basta! No podemos permitir que el Presidente nos desprecie de la manera que lo hace. Está insultando a todas esas familias que están pasando por momentos difíciles y que ahora pueden valorar cómo su Presidente se mofa de ellas.
Anoche, en Teleesperanza, se le brindó al Sr. Rajoy una plataforma para expresar su ideario político con la connivencia de los periodistas que le interrogaban. Obvia decir, que no se mencionó la declaración de bienes de su amigo de Valencia. Todavía tenemos en la mente la famosa frase: “Paco, siempre estaré contigo, a tu lado, delante o detrás”.
Pues bien, ahora la sociedad, estamos esperando una aclaración de los afectados y sus amigos.
En democracia no podemos permitir que los votos y las mayorías absolutas, generen comportamientos que provocan la desafección de la ciudadanía hacia la política.