Antes de conocer si el Jefe del Estado se decidirá a
nombrar candidato a la presidencia del Gobierno, y analizadas las opiniones de
los portavoces políticos de los distintos grupos, podemos llegar a la
conclusión de que nadie quiere repetir elecciones.
No obstante, debido al proceso negociador, tampoco se
vislumbra la posibilidad de que Mariano Rajoy, cuente hoy con los apoyos
necesarios para que Felipe VI le pueda encargar iniciar el proceso de
investidura.
Haciendo un esfuerzo para comprender que un partido
político que ha estado durante cuatro años gobernando con mayoría absoluta, sin
necesidad de tener que hablar con nadie para imponer sus leyes y criterio
político, el hecho de que la sociedad española decida suprimir esa mayoría y
dejarlo a merced de los posibles acuerdos que sea capaz de alcanzar con los
demás grupos, es un proceso nada fácil para el Partido Popular.
De ahí, la dificultad que están teniendo para conseguir
alianzas que puedan facilitar que Rajoy se presente como candidato en el
Congreso de los diputados.
Con los resultados electorales en la mano, se deduce que
la placidez pasada no se repite. Y, por tanto, en la nueva era política es
necesario NEGOCIAR.
El Partido Popular, está obligado como ganador de las
elecciones a ser el primero en mover ficha. Pero esa corriente tiene que ir
acompañada de la suficiente documentación donde se recoja parte de las
pretensiones o compromisos de los otros grupos a los cuales, se les pide su
apoyo.
Si este proceso no se lleva a cabo, se pueden encender todas
las alarmas. Además, la sociedad española entenderíamos que el conflicto
generado no es culpa de los otros. Los electores hemos hablado por segunda vez,
y hemos expresado nuestro deseo de corregir todas aquellas leyes que la mayoría
absoluta del PP nos ha hecho padecer.
Por ello, si los popular no firman con luz y taquígrafos los
acuerdos necesarios para iniciar una nueva etapa política, no podemos olvidar
que incluso habiendo ganado las elecciones, la suma de otras fuerzas políticas
están obligadas a impedir que en España se repitan las elecciones por tercera
vez.