Cada hora que pasa y vamos conociendo más noticias sobre
la catástrofe medio ambiental de Seseña, pueblo de Toledo que limita con la
Comunidad de Madrid, no podemos comprender que las distintas administraciones
públicas, hayan podido permitir que tal acumulación de neumáticos se hiciera
durante más de catorce años.
Tales son las montañas almacenadas, que hoy sabemos que
España contiene el mayor vertedero de neumáticos de Europa.
Es indignante valorar el contenido de su historia y
comprobar que a pesar de las denuncias y multas a la empresa propietaria, se
seguía concentrando más y más.
Ahora, que de nuevo vamos a escuchar las bondades de las propuestas
que nos van hacer los partidos políticos y los compromisos que dicen asumir si
consiguen gobernar, es obligado recordar la historia de este vertedero.
En esta ocasión, con independencia del resultado final de
la investigación que dará lugar, durante el tiempo transcurrido vigente, han
sido diversos los gobiernos con ideologías distintas los que han mirado para
otro lado mientras las montañas de ruedas aumentaban.
Tanto en la Comunidad de Castilla-La Mancha, Ayuntamiento
y Gobierno Central, el Partido Socialista y Partido Popular, han tenido responsabilidad
para impedir que este desastre anunciado se produjera. No dudo que la lentitud
de la Justicia para resolver las denuncias y hacerlas efectivas, también ha
propiciado la catástrofe. Esto, sin entrar en el análisis de cómo a menos de 400
metros están las primeras viviendas de la macro urbanización que ha tenido que
ser desalojada y que en su día obtuvieron licencia para construirlas.
Este desastre que hoy vivimos va a generar muchas
noticias de los procedimientos que habrían podido evitar el desenlace. Además,
tendremos que conocer por qué precisamente ahora sale ardiendo cuando se estaba
en fase de desmantelamiento después del acuerdo alcanzado entre los gobiernos
de las Comunidades de Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid y Gobierno de
España.
Mientras tanto, son miles las personas afectadas quienes
pagaran las consecuencias.