Así, ha sido elegida por primera vez la secretaria
general del Partido Socialista de Madrid. Sara Hernández, después de la
votación celebrada ayer en la Comunidad de Madrid, ha recibido el apoyo de
3.699 militantes un 57,7% de los votos válidos.
La candidatura de Juan Segovia, ha conseguido 2.711
votos, un 42,3% de los participantes.
Por lo tanto, aplicando el principio democrático,
Hernández, es hoy la nueva secretaria general del PSM-PSOE. También hace historia al
ser la primera mujer que dirigirá a los socialistas madrileños.
¿Y, ahora qué?
Lo más inmediato, la formación de la Ejecutiva que le
acompañará en la gestión orgánica del partido. Esta primera decisión será
analizada con lupa debido a la importancia que tiene su composición. El trabajo
que realice debe servir de soporte al grupo parlamentario de la Asamblea de
Madrid. Y, más adelante, de cara a las elecciones generales anunciadas para
final de año, una plataforma firme de apoyo a Pedro Sánchez, con el objetivo
puesto en la presidencia del Gobierno.
De cómo se lleve a cabo estos dos propósitos, y el
resultado obtenido de los mismos, condicionarán el próximo Congreso Ordinario
en la primavera de 2016. Fecha definida para la aprobación de la dirección
Regional de cara a los cuatro años venideros.
Por tanto, Hernández tiene dos grandes retos en su vida
política: la presidencia del Gobierno de la alcaldía de Getafe, y la dirección
de la secretaría general del PSM.
Tanto para conseguir uno y otro, ha demostrado capacidad
de trabajo, entrega y dedicación al Partido Socialista. Ahora bien, personalmente,
considero que la enjundia de los restos que tiene por delante, le obliga a
confeccionar equipos solventes y capaces de personas leales que le ayuden en
estas y otras tareas que a buen seguro irán saliendo en el desarrollo diario de
la política gobernante.
Los socialistas madrileños después de muchos años de
desencuentros, tenemos ante nosotros una oportunidad única para demostrar que
los tiempos y las personas son otras, que la unidad es posible, y ello nos
sitúa en la rampa de salida preferente para recuperar la confianza del
electorado madrileño.