Decir, que la sala Clara Campoamor del Congreso de los Diputados estaba complemente llena. Las ponencias políticas y la posterior mesa redonda con insignes representantes de los medios de comunicación cubrieron las expectativas de las personas que asistimos. Anfitrión del evento, el Partido Socialista Obrero Español.
Cierto que el número de mujeres superaba con creces al de hombres. Y esto, para empezar es una necesidad que se tiene que invertir. Es la mentalidad del hombre machista la que provoca la atroz violencia. Además, el luctuoso hecho ya está demostrado que anida en todas las clases sociales. Por tanto, es un problema que tenemos los hombres y que padecen las mujeres.
Asimismo, tampoco es congénito a determinadas edades. Se puso de manifiesto que hay un alto porcentajes de mujeres jóvenes que piden ayuda contra el maltrato. Incluso los ponentes mediáticos se cuestionaban si la cobertura informativa del hecho, no inducía a la mente perversa a sumar otra acción violenta. Y desde luego, ha llegado el momento de invertir la manera de ofrecer la noticia: “otra mujer victima del maltrato”. Hay que cambiar el titular: “hombre asesino que ha quitado la vida a una mujer”. Incluso, es importante informar de las consecuencias que tienen las sentencias condenatorias de los asesinos.
Serenamente, hay que reconocer que la convivencia en ocasiones, es complicada y erosiona la relación de pareja. Pero el respeto y la tolerancia de las personas tienen que prevalecer por encima del odio. Y, si a pesar de todo, el desprecio existe, ¡NUNCA! se puede manifestar agresivamente contra la otra persona. Lo dejas y punto.
Estos, son valores humanos que tienen que estar inmersos en cada uno con independencia de la edad. Pero cuando pienso que la juventud también los pierde, en estos casos, hay que actuar con vehemencia.
Somos conscientes de que el futuro de la convivencia está en esas generaciones, por ello, dentro del marco de la Violencia de Género, tenemos que focalizar su erradicación.
Cultura y Educación en Valores. Educación y Cultura.
Mis mejores deseos para la tripulación del Alakrana.