El Parlamento español ha vivido el día del debate de los presupuestos 2010. Siguiendo la tradición establecida era el día de la presentación de enmiendas y el pronunciamiento de los grupos políticos en apoyos y negaciones.
La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, (PSOE) los define como los presupuestos que “convienen a España” los reconoce “austeros, reformistas y solidarios”. También explica que el Gobierno en época de crecimiento puede bajar los impuestos y en momentos de recesión, precisamente por ser solidarios con los más necesitados, decide subir la presión fiscal.
La realidad es, que no han generado gran consenso, y tanto la derecha como la izquierda acuerdan no apoyar su contenido. Y este es el gran dilema de gobernar. Que lo tienes que hacer para todos y es muy difícil encontrar el equilibrio que produzca satisfacción.
La izquierda exige que el aumento fiscal lo soporte en mayor medida directa, las clases sociales más pudientes. Como ello, no se contempla así, y se aplica a través del gravamen indirecto, le dicen no al Gobierno.
La derecha, cuando se menciona la subida de impuestos tanto si son directos como indirectos, estamos llamando a la ruina de todas las clases sociales. Y por tanto, para conservar bien lo que ya tienen, igualmente dicen no al Gobierno.
Ante esta tesitura, es cuando entra la parte más fea de la política. Un Gobierno que está convencido de que así, debe recorrer el camino de 2010, tiene que buscar apoyos en grupos nacionalistas presentes legalmente en la Cámara. Nacionalistas que consiguen su presencia en el Parlamento, gracias al compromiso electoral adquirido en sus Comunidades y que cuando los necesitas hacen valer sus votos. Parece que esta vez, igual que en anteriores ocasiones, los presupuestos se aprueban gracias a su apoyo.
El episodio relatado genera en los medios de comunicación el consabido debate y análisis de lo escenificado. El Sr. Rajoy, (PP) aprovecha la sesión y solapa sibilinamente a la Sra. Ministra, y hace responsable directo al presiente Zapatero. Nuevamente suelta su diatriba opositora, no presenta alternativa ni propuesta concreta diferente y acusa al Gobierno de llevarnos al desastre nacional.
Es precisamente, este tipo de intervención firme, lo que hace que luego los comentaristas afines, cuando sus compañeros tertulianos le manifiestan el contenido de la exposición, recurren a la consabida reforma laboral y relatan los nombres de personalidades políticas que acreditan que ese es el camino que se debe recorrer para salir de la crisis.
Si detrás de todo esto, no estuviera el drama del paro, podríamos entender que es el ejercicio laboral que tienen encomendado. Pero la sociedad en general asistimos desolados a la falta de consenso que nuestros representantes políticos escenifican.
Es obligatorio encontrar los medios que integren los conceptos que sumen lo bueno de cada ideología, y que todos juntos empujemos en la misma dirección. Luego, estarán las urnas donde cada cual obtendrá el reconocimiento al trabajo realizado.
La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, (PSOE) los define como los presupuestos que “convienen a España” los reconoce “austeros, reformistas y solidarios”. También explica que el Gobierno en época de crecimiento puede bajar los impuestos y en momentos de recesión, precisamente por ser solidarios con los más necesitados, decide subir la presión fiscal.
La realidad es, que no han generado gran consenso, y tanto la derecha como la izquierda acuerdan no apoyar su contenido. Y este es el gran dilema de gobernar. Que lo tienes que hacer para todos y es muy difícil encontrar el equilibrio que produzca satisfacción.
La izquierda exige que el aumento fiscal lo soporte en mayor medida directa, las clases sociales más pudientes. Como ello, no se contempla así, y se aplica a través del gravamen indirecto, le dicen no al Gobierno.
La derecha, cuando se menciona la subida de impuestos tanto si son directos como indirectos, estamos llamando a la ruina de todas las clases sociales. Y por tanto, para conservar bien lo que ya tienen, igualmente dicen no al Gobierno.
Ante esta tesitura, es cuando entra la parte más fea de la política. Un Gobierno que está convencido de que así, debe recorrer el camino de 2010, tiene que buscar apoyos en grupos nacionalistas presentes legalmente en la Cámara. Nacionalistas que consiguen su presencia en el Parlamento, gracias al compromiso electoral adquirido en sus Comunidades y que cuando los necesitas hacen valer sus votos. Parece que esta vez, igual que en anteriores ocasiones, los presupuestos se aprueban gracias a su apoyo.
El episodio relatado genera en los medios de comunicación el consabido debate y análisis de lo escenificado. El Sr. Rajoy, (PP) aprovecha la sesión y solapa sibilinamente a la Sra. Ministra, y hace responsable directo al presiente Zapatero. Nuevamente suelta su diatriba opositora, no presenta alternativa ni propuesta concreta diferente y acusa al Gobierno de llevarnos al desastre nacional.
Es precisamente, este tipo de intervención firme, lo que hace que luego los comentaristas afines, cuando sus compañeros tertulianos le manifiestan el contenido de la exposición, recurren a la consabida reforma laboral y relatan los nombres de personalidades políticas que acreditan que ese es el camino que se debe recorrer para salir de la crisis.
Si detrás de todo esto, no estuviera el drama del paro, podríamos entender que es el ejercicio laboral que tienen encomendado. Pero la sociedad en general asistimos desolados a la falta de consenso que nuestros representantes políticos escenifican.
Es obligatorio encontrar los medios que integren los conceptos que sumen lo bueno de cada ideología, y que todos juntos empujemos en la misma dirección. Luego, estarán las urnas donde cada cual obtendrá el reconocimiento al trabajo realizado.
5 comentarios:
Don Antonio, la realidad es que no es la falta de consenso lo que provoca desasosiego en la mayoría de la población. La realidad es que cuando un gobierno que se dice a si mismo de izquierdas saca adelante unos presupuestos con medidas neoliberales - subir los impuestos indirectos de forma indiscriminada lo es-, cuando se nos ha dicho por activa y por pasiva que se quería convertir a este país en un referente en el I+D+I frente a la mentalidad del ladrillazo, y resulta que este capítulo es reducido, el españolito de a pie piensa que para que haga esto la izquierda, que debería representar a ese españolito de a pie, no a aquellos pocos que salen favorecidos con esta subida de impuestos, ya tienen al PP.
Seame sincero, Don Antonio, ¿Usted habría hecho lo que ha hecho Salgado?
Es una pregunta sencilla y directa. ¿Lo habría hecho como socialista y persona de izquierdas que sé que es? ¿O por encima de ser socialista, por encima de ser de izquierdas, está el ser hombre de partido?
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Amigo Santi, comparto totalmente la argumentación que haces. En este espacio he mantenido debates firmes sobre la argumentación que me hacían lectores que advertían que lo sucedido se podía dar.
Logicamente, por desgracia les he tenido que dar la razón ante los hechos evidentes.
Ahora bien, todavía queda la esperanza que en la tramitación parlamentaria y consecuencia del encuentro con el resto de la izquierda, se consiga un giro progresista.
Con este deseo estoy contestando a la pregunta sobre lo que yo haría. Soy de los que opino que mejor el original que las fotocopias. Por tanto, el original en este caso es el PP.
Vamos a ver si dejamos claro lo de hombre del Partido Socialista. En mí escala de valores siempre antepongo la lealtad a la disciplina. Ya que, considero que lo primero es voluntario y lo segundo imposición.
Como a pesar de todo, todavía siento lealtad al PSOE, cuando alguien llama "Hijos de Puta" a los políticos, por principios no puedo compartir espacio en el mismo barco.
La verdad es que estoy de acuerdo con los dos, pero el verdadero problema de este país de "golfos" es la economía sumergida y el fraude.
Aquí pagamos, no las clases medias, si no los que tenemos nómina.
Todos los estudios apuntan y las cifras menos infladas hablan de una posible recaudación de 85.000 millones de Euros, sí, está bien escrito 85.000 millones de euros si el fraude fiscal bajase a niveles europeos.
País de "golfos fiscales"
Un saludo
Gracias, José Luis.
Has indicado el camino para recaudar con justicia. Luego vendría el reparto. Tenemos que levantar la voz. Existen medidas para ayudar a salir de la crisis. José Luis, lo ha denunciado.
Don Antonio, yo no le acuso a usted de ser hombre de partido en el sentido que creo que lo ha entendido, dios me libre que hiciera eso con nadie que respete y conozca, que es su caso. Al preguntarle que qué es más importante lo hacía porque, creo que es evidente, dentro de este partido en el cual militamos los dos muy pocas voces se han elevado para decir hasta aquí hemos llegado, tú, y también para remarcar lo que oigo cuando voy al bar a echarme el café, por ejemplo.
Creo que me ha entendido mal, puede que por mi vehemencia con el tema, y si es así le pido disculpas.
Eso sí, le remarco lo dicho. A la gente no le preocupa el consenso, le da exactamente igual. Si no hay consenso pues no lo hay, pero sí que quien tiene la responsabilidad de gobernar lo haga, y lo haga desde la base sobre la cual se le votó: la defensa del españolito de a pie, la defensa de la mayoría, no de unos pocos, que son los que salen favorecidos con estos presupuestos.
P.D.
En cuanto a que usted no estará en un barco... sea este el que sea, tenga usted claro que no seré yo quien le enmiende la plana jamás sobre en que barco puede usted navegar o no. Estaría bueno. Podría usted hacerlo a la contraria, pero hacerlo yo como que me resultaría hasta raro ] ; D
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