En las grandes ciudades, la incipiente recuperación del empleo se valora con mayor dificultad que en lo municipios medios. Este ha sido el caso que recientemente he vivido. La presencia temporal en mí ciudad natal me permite apreciar lo que digo.
La provincia de Jaén, dentro de la autonomía andaluza tiene controlado la perdida de puestos de trabajo, con unos índices que indican un trabajo bien hecho por parte de las administraciones públicas. En la ciudad de Martos, si bien se percibe más tranquilidad en la movilidad a la hora punta de la entrada y salida del trabajo, se está reordenando el consumo desaforado que existía.
Aunque el sector de la construcción tenía una gran actividad, el hecho de estar situada en el interior provincial hace que no fuera sólo y exclusivamente el motor generador de riqueza. Si bien, la dinamización que generaba ofrecía alegría al gasto individual y al endeudamiento. Este proceder, se ha parado. Ahora, la razón se impone y sus habitantes planifican el gasto de acuerdo a sus posibilidades reales.
Profesionales relacionados con el mundo de la vivienda, reconocen que en la mayoría de las ocasiones, ellos, eran los primeros en valorar el excesivo gasto innecesario de mejoras en los proyectos iniciales de la construcción. Es decir, no bastaba con que el proyecto cumpliera todos los cánones de una vivienda de calidad, había que añadir complementos extras que aumentaba la inversión. La facilidad financiera hacía el resto.
Este sencillo ejemplo es la muestra del endeudamiento privado que tenemos en España. El poder cumplir con el pago de la deuda contraída es la gran asignatura pendiente.
En Martos, sin llegar a los parámetros anteriores, se inicia una tímida recuperación constructora con planteamientos diferenciados. Esto, sumado a otros sectores productivos hace que la recuperación de empleo se vislumbre en el horizonte.
La provincia de Jaén, dentro de la autonomía andaluza tiene controlado la perdida de puestos de trabajo, con unos índices que indican un trabajo bien hecho por parte de las administraciones públicas. En la ciudad de Martos, si bien se percibe más tranquilidad en la movilidad a la hora punta de la entrada y salida del trabajo, se está reordenando el consumo desaforado que existía.
Aunque el sector de la construcción tenía una gran actividad, el hecho de estar situada en el interior provincial hace que no fuera sólo y exclusivamente el motor generador de riqueza. Si bien, la dinamización que generaba ofrecía alegría al gasto individual y al endeudamiento. Este proceder, se ha parado. Ahora, la razón se impone y sus habitantes planifican el gasto de acuerdo a sus posibilidades reales.
Profesionales relacionados con el mundo de la vivienda, reconocen que en la mayoría de las ocasiones, ellos, eran los primeros en valorar el excesivo gasto innecesario de mejoras en los proyectos iniciales de la construcción. Es decir, no bastaba con que el proyecto cumpliera todos los cánones de una vivienda de calidad, había que añadir complementos extras que aumentaba la inversión. La facilidad financiera hacía el resto.
Este sencillo ejemplo es la muestra del endeudamiento privado que tenemos en España. El poder cumplir con el pago de la deuda contraída es la gran asignatura pendiente.
En Martos, sin llegar a los parámetros anteriores, se inicia una tímida recuperación constructora con planteamientos diferenciados. Esto, sumado a otros sectores productivos hace que la recuperación de empleo se vislumbre en el horizonte.