Durante el presente año el Cuerpo de Bomberos de la
Comunidad de Madrid ha llevado a cabo 909 intervenciones ocasionadas por la
presencia de enjambres de abejas en la región, más habituales de lo normal por
las circunstancias meteorológicas de estos meses.
Las abejas están consideradas como ‘ganado semoviente’ productivo, por lo que
están legalmente protegidas y no se las puede sacrificar. Por este motivo, una
vez capturadas por los bomberos se reintroducen en el medio natural.
Desde su ingreso en el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, los
profesionales reciben formación específica y obligatoria en el manejo de
enjambres de abejas. En esta formación, además de personal especializado del
propio Cuerpo, colaboran apicultores profesionales de la región.
En caso de que en el hábitat de una persona surja un enjambre, los bomberos
de la Comunidad de Madrid aconsejan alejarse, al menos, 100 metros. Si las
abejas están dentro de una casa, deben cerrarse las puertas de la habitación
donde se localice y avisar inmediatamente al 112.
La intervención de los bomberos consiste, básicamente, en recoger el centro del
enjambre, donde se encuentra la reina, e introducirlo en la ‘piquera’. El resto de
los insectos entra voluntariamente detrás de su reina y se va instalando en los
panales que hay en la colmena a lo largo del día. A última hora de la tarde,
cuando la actividad de las abejas disminuye, la colmena es recogida por los
bomberos y se entrega a los apicultores que colaboran con el Cuerpo de
Bomberos. Los apicultores se encargan de reubicar los insectos en el campo.
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