El drama de los desahucios en España, está haciendo correr
muchos ríos de tienta. Es más, las televisiones nos muestran la realidad que
viven las familias cuando llega el momento de abandonar su casa y las
consecuencia que ello tiene.
Familias que han llegado a este punto debido a la crisis
del mercado de trabajo, los despidos, paro y falta de recursos económicos para
hacer frente a los pagos contraídos en las hipotecas.
El movimiento social STOP a los desahucios, y los irreparables suicidios han conseguido
que los responsables políticos y poder judicial se pronuncien públicamente y
reclamen un cambio en la Ley hipotecaria que atenué esta dramática situación y
ayude a solucionar el problema.
Así, sabemos que los dos grandes partidos PP y PSOE, han
mantenido tres intensas reuniones para llegar a un punto de encuentro y que
éste, no ha sido posible. Pero, sí hemos conocido dos realidades añadidas que
nos hacen profundizar más en el problema.
La una, descubrir que el Decreto Ley, aprobado por el
Gobierno de Mariano Rajoy, no contiene instrumentos a los cuales se puedan
acoger las familias afectadas, salvo determinados casos muy concretos.
La otra, es conocer que para que la Ley sea verdaderamente
una herramienta útil, se necesita cambiar o modificar cinco leyes que están
interrelacionadas entre sí. Es decir, cambiar cinco para que salga una nueva
Ley adaptada a la realidad que se vive en el siglo XXI.
Y, esto, según expertos parlamentarios no es tarea fácil
y menos rápida. Aunque, sí tenemos experiencia de mucha más enjundia que demuestra
que en 15 días se cambia la Constitución en un apartado que afecta al Estado y
directamente a todos los españoles.
Valorado lo anterior la sociedad queremos medir el
trabajo que realizan nuestros representantes políticos cuando existe una
emergencia de este tipo. En definitiva, que se tienen que encerrar en el
Parlamento, coger las cinco leyes, operar en ellas para quitar lo que no sirva,
y confeccionar en tiempo record una Ley que permita a los españoles, poder
judicial y entidades financieras, disponer de una abanico de posibilidades que
erradique esta tragedia que viven muchas familias que se encuentran sin salida,
abocados a la exclusión social.
Para realizar este y otros trabajos, es para lo que les
pagamos los sueldos reconocidos en la siguiente tabla: