Los datos que hoy nos ofrece el observatorio de la Cadena
Ser, vienen a poner de manifiesto lo diversa y plural que es la sociedad
española. Si no se reconoce esa realidad se cae en el gran error de pretender
españolizar, cristianizar o nacionalizar contra natura y sentimientos.
El próximo domingo tenemos dos elecciones importantes. La
sociedad vasca y gallega, elegirán a sus representantes para dirigir los
destinos de sus gobiernos en los próximos cuatro años.
La asimetría que ofrece los datos expuestos por el “observatorio”
hace que los resultados no sean parejos para los distintos grupos políticos.
Así, en el País Vasco, el Gobierno que preside Patxi López
(PSE-PSOE) parece que no obtiene la suficiente confianza de los electores para
formar Gobierno. Sería el PNV como partido más votado el que tendría esa
responsabilidad.
Entre las preferencia de los consultados está el deseo de
que dicho Gobierno estuviera formado por PNV – PSE. Entre otras valoraciones
está el reconocimiento que se le hace al PSE, de la capacidad para gestionar
los servicios sociales. La contradicción es que a pesar de ello, todavía existe
un número importante de indecisos y abstencionistas. Se valora bien al
presidente López, pero…..
En Galicia la foto es otra. El presidente Feijoo, su
calificación está lejos del aprobado y sin embargo, el PP, gana las elecciones.
Y, de nuevo se prefiere (PSG-PSOE) para gestionar los servicios sociales, pero
no sube en intención de voto. Lo indicado en el “observatorio” es la
complejidad de la sociedad gallega. El PP tiene que sacar mayoría absoluta, de
lo contrario las opciones de progreso y nacionalistas serían los encargados de
formar el Gobierno gallego.
La lectura que se puede trasladar a nivel nacional, es la
desconfianza que genera el actual Gobierno que preside Mariano Rajoy en temas
tan apreciados como son los servicios públicos sociales y las falta de cohesión
social que está generando las medidas de ajuste y recortes en las capas
sociales más sensibles. Por ello, vascos y gallegos expresan su preferencia para
que esos apartados sean gestionados por el PSOE.
Sin embargo, la decepción que está causando en la
sociedad española la forma de gestionar la crisis económica el Partido Popular,
no revierte en un vuelco electoral de apoyo al Partido Socialista. Sí obtiene
reconocimiento y preferencia en determinada manera de gestionar los servicios
cercanos al ciudadano, pero todavía no consigue su confianza mayoritaria. Algo
falta y nos es el desgaste del PP, el desengaño ya existe.