El Gobierno Municipal de Getafe, junto al Consejo de Discapacidad de Getafe, insta al Gobierno
de España, a modificar el Real Decreto que regula la prestación por hijo a cargo con enfermedad
grave, para que esta no acabe cuando el menor cumpla la mayoría de edad, así como la Ley
General de Seguridad Social en lo que a esto se refiere.
El Pleno del Ayuntamiento ha aprobado
esta propuesta por unanimidad. De esta manera, se insta al Gobierno a ampliar la prestación
hasta los 26 años, con una discapacidad reconocida igual o superior al 33% que precisan
grandes necesidades de apoyo, implicando dificultades adicionales para sus cuidadores.
También se pide la modificación del Estatuto de los Trabajadores para que puedan beneficiarse
los padres o cuidadores, de una reducción de jornada laboral.
El Gobierno Municipal, en permanente comunicación con los colectivos que forman el Consejo
de Discapacidad de Getafe a través de su concejalía de Bienestar Social, se suman a la opinión
de las diferentes asociaciones y federaciones de personas con discapacidad, que han venido
estudiando la posibilidad de agilizar la prórroga de la prestación por cuidado de menores
afectados por cáncer u otra enfermedad grave, más allá de los 18 años, una necesidad que se
hace más acuciante debido a la crisis sanitaria de la COVID-19.
Con motivo de la COVID-19, las familias de menores afectados por cáncer u otra enfermedad
grave sufren aún más las consecuencias de las necesarias medidas de confinamiento,
haciéndose cargo de la atención y cuidado en casa, ya que los Centros de Educación Especial,
Ocupacionales y Centros de Día han permanecido cerrados, y en algunos Centros Residenciales
se ha propuesto que las familias lleven a sus hijos a sus casas como medidas de prevención.
Además, la dificultad de volver a las aulas será más complicada para estos colectivos, por no
poder usar medidas de protección en caso de alumnos con graves problemas de conducta,
problemas de salud graves, etc. Esta situación hace que en muchos casos sea incompatible la
reincorporación al puesto de trabajo o la conciliación laboral. Incluso optando por la
conciliación, la dedicación es tan alta que inevitablemente impacta en la situación laboral del
cuidador. Y cuando un miembro de la familia deja de trabajar para el cuidado del menor, la
pérdida de poder adquisitivo origina otros problemas añadidos a nivel personal y familiar que
con la continuidad de esta prestación no se darían.