En la Comunidad de Madrid contamos con una
extensísima variedad de setas. Buena parte de ellas son perfectamente
comestibles, pero es imprescindible identificarlas correctamente, ya que
conviven con otras que son tóxicas, venenosas o, incluso, mortales. Los
Agentes Forestales piden por este motivo a los madrileños que no recojan setas
salvo que estén absolutamente seguros de conocerlas.
En la sierra y, en general, en el entorno natural de nuestra región podemos
encontrar auténticas delicias para su consumo, como el típico champiñón
silvestre, con sus láminas marrones, los níscalos, ubicados sobre todo en
pinares, o las setas de cardo. También boletus, pero no todos se pueden comer;
en este caso hay que apostar por las variedades edulis y erythropus.
TÓXICAS Y MORTALES
La amanita phalloides es la seta más peligrosa de las que tenemos en la
Comunidad de Madrid. Su ingesta puede provocar la muerte y, además, es muy
difícil de detectar, ya que los primeros síntomas suelen aparecer a las 48 horas.
Otras especies tóxicas presentes en nuestro entorno son la amanita muscaria o
‘matamoscas’, que también es alucinógena, o la marasmius.
En el caso de que resultemos intoxicados y empecemos a sentir malestar es
muy importante acudir al hospital con una muestra de la especie que hemos
consumido.
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