Por los medios de comunicación y las encuestas con la
intención de voto que nos ofrecen, conocemos que el resultado final de las
elecciones del 28 de abril, todavía al día de hoy, nada hay garantizado que acredite
la posibilidad de presidir el Gobierno de España.
En esta ocasión, aunque siempre debió ser así, se debe
analizar las propuestas que presentan los distintos grupos políticos y después de
realizado su análisis, otorgarle el aval de nuestro voto. Esta vez, más que
nunca, debemos votar apoyando el programa que más beneficios aporte a la
sociedad en general. Debemos hacer el esfuerzo necesario para no caer en la
trampa de votar en contra de… sin más. Esta manera de hacerlo nos puede traer
graves consecuencias difíciles de corregir.
Por ello, dado que se nos anuncian varios debates
políticos tenemos que estar muy atentos a lo expresado por sus representantes en
las diversas materias que debatirán. Es mi deseo que la mayoría de la sociedad
decida apoyar con su voto a aquellas opciones políticas cuyos programas y
postulados no supongan un retroceso en la convivencia social de la sociedad
española.
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