Recuperado de las secuelas del ataque del agresor, es nombrado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (PP) presidente del Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género de Madrid. Nada que objetar al nombramiento. Pero rechazo total y absoluto a las manifestaciones que el cargo le permite ofrecer a la sociedad española.
Además, me preocupa mucho el pulpito divulgativo que le ofrece ejercer como profesor de Derecho Constitucional y Teoría del Estado de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Es decir, si el pensamiento que expresa en su libro se lo transmite a sus alumnos, aunque esté formulando libremente su pensamiento, flaco favor está haciendo a la tolerancia y convivencia de las personas.
Declaro que soy lego en la argumentación que expresa: La Carta Magna de 1978 fue una "anormalidad democrática" y "un apaño y arreglo entre las partes". "Cualquier persona que sepa alto de Teoría Política, Teoría del Derecho o Derecho Constitucional sabe que para haber una Constitución tiene que haber un poder constituyente y ésta se hizo sin tenerlo".
Pero como ciudadano estoy convencido que la Constitución del Estado español, nos ha servido y sirve para caminar en Paz y concordia. Por ello, que un profesor universitario inocule ese pensamiento en los jóvenes es muy peligroso. Este hombre se olvida que salíamos de una dictadura de más de cuarenta años, que no hubo ruptura con el pasado y que la transición fue una apuesta firme y comprometida de mucha gente y partidos políticos. No es de justicia social que ahora aproveche su popularidad para afirmar en su libro que: "el sustrato de violencia y terror" forman parte de las "entrañas mismas del socialismo".
Mira Jesús, soy y me siento socialista. La agresividad y violencia no tiene ideología. El odio que expresas con tus palabras, yo, aunque te haya nombrado Esperanza Aguirre (PP) jamás diré que una persona con pensamiento conservador acumula en su interior violencia y terror.
Los españoles y españolas queremos entendernos todos y todas y vivir en Paz. Por ello, una persona con el pensamiento tuyo, no debe ni puede presidir un Observatorio contra la Violencia de Género. Incluso, llegados a este punto y dado que, te ratificas en tus palabras, también tendremos que valorar si eres digno de ejercer de profesor. Lo siento, pero eres un provocador.