De seguir así, Caja Madrid, tiene capacidad para partir en dos o en tres al Partido Popular. Y mientras, los clientes, familias, pequeños empresarios/as, autónomos y ahorradores; no salimos de nuestro asombro. Lo que tenía que servir para impulsar la economía de una Comunidad que lidera el crecimiento del paro, se puede convertir si el Banco de España no lo impide, en la entidad financiera refugio de políticos.
En la actual situación económica que vivimos, lo que menos entendemos y deseamos la sociedad, es que nuestra clase política se dedique descaradamente a satisfacer sus ansias de poder económico. Desde luego, descalifica totalmente al grupo político que está protagonizando este espectáculo.
A pesar de que tiene sentido estar presente en los órganos donde se toman las decisiones, el Partido Socialista de Madrid, no puede imbricarse en esta guerra y tomar posición por una u otra opción. Es más, se debe explicar a los madrileños que este lamentable espectáculo que está generando el Partido Popular, nunca será compartido. Y, por mucho empeño que le ponga Esperanza Aguirre, Caja Madrid no puede ni debe ser el protectorado político que la catapulte a la presidencia del Partido Popular.
La situación ha llegado a tal extremo, que los agentes sociales y partidos políticos que tienen reconocido derecho a estar presentes en el órgano de Gobierno de la Caja, deberían reconsiderar su postura ante la degeneración política que está provocando el Partido Popular.
“Los problemas internos del Partido Popular”.