Y, el final llega igual que comenzó el principio. Sin
acuerdo entre los representantes de los grupos políticos para que España tenga
un Gobierno estable de cara al futuro.
En ese periodo de tiempo han pasado cosas importantes que
no podíamos imaginar cuando se produjeron las elecciones del 20D. La más
relevante fue la negativa de Mariano Rajoy a presentar su candidatura a la
investidura de la presidencia del Gobierno. Tras este hecho, realizado al
estilo Rajoy, no pudo el Jefe del Estado encargar la iniciativa gubernamental a
la otra persona que los resultados electorales avalan, Pedro Sánchez.
Así, tenemos que, la semana que mañana comienza, otra
vez el Rey, tendrá que pedir a Sánchez o Rajoy que pongan punto final a este limbo
incierto que vivimos.
En el comité socialista celebrado ayer, de nuevo quedó
manifestado que con el voto del PSOE, “no si iba a indultar los casos de corrupción
que se viven en el PP”. Por tanto, se puede colegir que si Ciudadanos mantiene
su compromiso de no apoyar al partido de la corrupción, Mariano Rajoy, dejará
de optar definitivamente a la presidencia del Gobierno.
Llegados a ese punto, es cuando Sánchez e Iglesias (Podemos) tendrán que sentarse para hablar seriamente de la posibilidad de acercamiento
en base a los programas respectivos que además son coincidentes para recuperar
a las personas que el Partido Popular en los anteriores cuatro años ha dejado
en situaciones precarias. Llámese `Ley de Emergencia Social´ o cualquier otro
enunciado todo hace indicar que hay más puntos de coincidencia que de
divergencia que los separe.
Estoy convencido que unos y otros son perfectos
conocedores que cuando se negocia algo se tiene que apartar para lograr el
acuerdo final. Por ello, también se tiene que ver los planteamientos
regeneradores que Ciudadanos plantee para sumarse al grupo, la opinión de
Albert, también debe ser considerada. Repito, se está negociando.
Ante esta clara situación que se vislumbra, el Partido
Popular con sus voces mediáticas, hará resonar cuantas veces sea necesario que
el resultante Gobierno de progreso que se pueda perfilar, no podrá llevar a
cabo leyes de Gobierno, debido a que las mismas no serán aprobadas en el Senado
donde el PP, tiene mayoría absoluta.
Es precisamente aquí, que quiero reflexionar sobre el
protagonismo que los senadores tienen en la actualidad con las competencias que
tienen asignadas.
No es la primera vez, que el Gobierno de turno, entrega
una ley en el Senado, durante su paso, los senadores hacen alguna modificación
o alegación, que cuando es devuelta al Congreso, el Gobierno puede considerar en
su trámite final, o como ha ocurrido en ocasiones son obviadas la
recomendaciones.