La democracia y el sistema político que la sustenta a través del voto, hace que se cumpla el art. 14 de la Constitución: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Es decir, todos iguales una persona un voto.
Y, gracias a la democracia podemos hacer valer la fuerza de nuestro voto. La libertad nos permite elegir entre las diversas opciones políticas. Con ello, podemos definir el modelo de Gobierno que elegimos para dirigir los destinos de España.
Ahora bien, el derecho a ejercer esa potestad no quiere decir que nuestro voto el día 20 sea un voto de “resignación”. NO.
Entre las muchas secuelas que la crisis económica nos está dejando es haber aprendido que a partir del día 21, el partido político que resulte ganador no puede tener vía libre durante cuatro años. La sociedad debemos tener una participación activa en los asuntos que nos afecten directamente. Pero, para exigir el cumplimiento de ese derecho nos obligamos a participar en el proceso.
Partiendo de esa tesis, cada persona tiene motivos diversos para depositar su voto. Aunque hay uno que nos afecta de manera especial: acabar con el desempleo. Objetivo prioritario.
Yo quiero modificar la Ley electoral. Comparto que a un cargo político le corresponda un sueldo solo. Quiero poder elegir a mis representantes en listas abiertas. Además, debemos definir por ley el límite de mandatos de los cargos públicos. También se tiene que regular el número de asesores asignados a los cargos electos. Exijo un acuerdo parlamentario que garantice los servicios públicos de calidad. Estamos obligados a mantener los derechos adquiridos en sanidad, educación, pensiones y dependencia.
La Ley de Estabilidad presupuestaria, además de exigir el control del gasto público, debe contener medidas fiscales que incremente los ingresos del Estado.
La Ley de Hacienda Local debe dotar a los Ayuntamientos de los recursos necesarios proporcional a los servicios que prestan a los ciudadanos.
Somos europeos.
Nuestro Gobierno debe impulsar la unidad política, monetaria, social y fiscal en Europa.
Se debe provocar la unidad política mundial para proteger a los gobiernos de los ataques de los especuladores capitalistas.
El Banco Central Europeo tiene que ser el garante económico de todos los estados miembros.
La Unión europea tiene que practicar los ajuste económicos necesarios que ayuden a la recaudación económica que consiga cumplir los “objetivos del milenio” y encabezar la lucha contra el hambre en el mundo.
Por todo ello y más….