28/09/2015

Adiós, Arturo

El actual presidente de Catalunya es un político con poca o ninguna capacidad estadística. De esta falta de lucidez, tampoco se libra su equipo de asesores. Las dos últimas elecciones convocadas por decisión propia no han hecho más que incidir en un fracaso anunciado.

En 2012, querían aumentar su número de parlamentarios y aquella convocatoria benefició a ERC. Ayer, con una amalgama de socios incluidos sus rivales naturales, quedó demostrado que han ganado las elecciones pero han perdido el plebiscito que era la esencia de la convocatoria.

Finalmente, tenemos que manejar los resultados que apoyan el inicio del independentismo, 47% de los votantes. Igualmente, hay que tener en cuenta los datos de los que dicen ¡no! 52% de votos.
Esto, aunque la aritmética parlamentaria basada en la actual ley electoral te permite tener mayoría de escaños, necesitas de más apoyos para poder gobernar.

En la noche electoral escuchando a los distintos portavoces de los partidos que han obtenido representación y a pesar del aire festivo de `juntos por el sí´ con la tranquilidad que facilita las horas pasadas, me imagino que el aire festivo va disminuyendo. A nadie se le puede olvidar el 52% que han votado opciones que buscan otras alternativas para solucionar el encaje de Cataluña en España.

Siendo lo anterior la base de partida para empezar cualquier negociación, hay que tener muy en consideración el predicamento político y las condiciones que han ofrecido a su electorado la formación CUP. Si para que se pueda contar con ellos en un hipotético inicio de acuerdo parlamentario, hay que firmar una hoja de ruta donde lo primero es recuperar todos los recortes que el Gobierno actual ha aplicado a la sociedad catalana, si hay que derogar leyes que atentan contra la dignidad de las personas y si a esto, se le suma la condición irrenunciable de que ellos no apoyaran un gobierno que presida Artur Mas, se me hace harto difícil que la alegría electoral se pueda seguir celebrando.

Decía al principio que el president, no calcula bien los apoyos que tiene de la sociedad catalana, por ello, este resultado está predestinado a dejarlo fuera del juego político que él mismo ha diseñado. A buen seguro que entre sus socios y en base a las necesidades que tienen, estarán buscando la solución que pueda atraer al grupo que cuenta con 10 escaños y que condiciona que Mas no presida el futuro Gobierno.

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