Al finalizar el último Consejo de Ministros del año 2013,
el presidente Mariano Rajoy, hizo una exposición general de la situación que
vivimos en España. Además, ayer sí, acepto que los periodistas pudieran hacer
las preguntas que correspondían.
Lógicamente, ya atesora en su haber las suficientes
decisiones tomadas durante su época de Gobierno, que nos permite hacer
valoraciones con independencia de la ostentación que él presenta en su
intervención.
Ya tenemos una nueva Ley de Educación, ante la cual, toda
la Comunidad educativa de España, ha manifestado su desacuerdo con el contenido
que le ha imprimido el ministro Wert.
También contamos con una Reforma Laboral, cuyos efectos
de creación de empleo no tienen visos de realidad. Ahí tenemos las cifras de
parados, y a los que trabajan la reducción del salario.
Está en trámite la Reforma Local, que dejará reducidas
las competencias de los ayuntamientos como administraciones cercanas en la
prestación de servicios sociales.
Dentro del apartado económico presenta la congelación del
Salario Mínimo Interprofesional, al mismo tiempo que autoriza la subida de la
luz, administra una fórmula que reduce las pensiones durante los próximos diez
años, y aplica el copago de los medicamentos a los enfermos crónicos a partir
del día 1 de enero.
En el apartado de libertades están en proceso dos leyes
que nos van a restringir la libertad de manifestación y protesta; a las mujeres
en su vida las retrotrae a los años 80 del siglo pasado. Dejándonos con la Ley
del Aborto del ministro Gallardón, en la cola de los países de Europa. Cuando
hoy, éramos equiparables.
Estas son las contrarreformas que lleva aplicando en su
legislatura. Amén de todos los escándalos de corrupción que estamos valorando
que suceden en el seno del funcionamiento de su partido.
No quiero terminar sin cargar en su mochila, el haber
propiciado la destitución del Juez, Baltasar Garzón, y el interés especial que
ahora el mecanismo le quiere aplicar al Juez, Elpidio José Silva. Al primero
por abrir la investigación del caso Gürtel, y al segundo por investigar la
quiebra de Caja Madrid y recomendar el encarcelamiento de Miguel Blesa.
El Partido Popular demuestra con estas decisiones que
todavía para ellos, hay castas políticas que son intocables. Con esto, hay que
terminar.