Conforme va avanzando la legislatura cada vez quedan en
evidencia más ministros del Gobierno de Mariano Rajoy. El último en exhibirse
ha sido el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz.
Entre manos tiene la nueva ley de Seguridad Ciudadana, que
ya veremos qué consecuencias nos va a traer a la sociedad española. Pero, lo más
inmediato y precisamente porque yo no formo parte de esa sociedad española que
él dice que apoyamos la instalación de las famosas concertinas (cuchillas
cortantes) quiero hacer público que pido que este sistema disuasorio sea
desmontado inmediatamente de las vallas de Ceuta y Melilla.
Un Estado de Derecho consolidado como es España no puede
permitir que la única manera de impedir que las personas que huyen del hambre
sea implantar métodos que desgarren parte del cuerpo de los que deciden
exponerse a saltar la valla.
Es vergonzoso que un ministro que se le supone cierta capacidad
formativa para desempeñar su cargo se despache con esta afirmación:
“Fernández Díaz ha definido las concertinas como un
instrumento "disuasorio, pasivo y no agresivo" y las ha contrastado,
por ejemplo, con la utilización de perros de presa o la colocación de campos de
minas en las fronteras”.
No contento con la
irresponsabilidad anterior el ministro del Partido Popular dice: “que él no tiene obligación de buscar una
alternativa a las concertinas y que, en todo caso, tendrán que hacerlo los que
se han mostrado en contra de su utilización”.
Es decir, que yo, que me
declaro en contra de las cuchillas, soy el encargado de buscar la solución y él
se lleva el sueldo sin tener que calentarse la cabeza.
Es indiscutible que
Fernández Díaz no es la persona más idónea para dirigir el Ministerio del
Interior. Este hombre es uno más del catálogo calamitoso que configura el
Gobierno de España.
Sólo os pido que en el
siguiente enlace, comprobéis si lo que dice sobre el sistema instalado es un
método “pasivo y no agresivo”.