18/07/2006

Sensatez política

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reclamado al Gobierno israelí el “cese de las hostilidades” y que respete los derechos de la legalidad internacional. Para el dirigente socialista “cualquier lucha contra la violencia terrorista no justifica la pérdida de vidas humanas e inocentes”. Por ello, emplazó a Israel a “imponer la autoridad que deriva de Naciones Unidas” y hacer “todos los esfuerzos para terminar con esta locura de hostilidades que puede tener graves consecuencias”.

La situación que se vive en Líbano es la noticia que está copando todos los servicios informativos. Cómo bien advierte el presidente, desconocemos las consecuencias que puede tener si la autoridad internacional no consigue paralizar los sucesos.

En casa

Sorprende que sobre este grave acontecimiento, el Partido Popular no esté poniendo demasiado énfasis y pase de puntillas sobre él, centrándose más en los asuntos caseros.
Pero antes de entrar en materia, conviene recordarle que en su día sí que tuvo un protagonismo muy activo en el inicio del conflicto en el mundo musulmán. Todavía tenemos en mente la imagen de todos los parlamentarios populares puestos en pie apoyando la intervención en la guerra de Irak. (Mayor desastre no se ha conocido)

Explorando los medios de comunicación y sobre todo los digitales, detecto una campaña muy bien organizada para extraer noticias más o menos verídicas sobre el comportamiento de familias de destacados dirigentes socialistas, tratando de en ponzoñar a la opinión pública y sembrar dudas sobre la ética política de sus allegados.

Es necesario desde los medios progresistas hacer una seria advertencia a la sociedad informándole de las intenciones y planes populares para desacreditar el trabajo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Se detecta que durante el verano y veladamente, estarán con las insinuaciones y sospechas de los trabajos de la familia. Después del estío, entraran de lleno con el asunto del proceso de paz. Mientras y dando los últimos coletazos tenemos a Eduardo Zaplana, vindicando el derecho de conocer lo imposible de averiguar sobre el triste atentado del 11-M. Sembrando sospechas sobre el comportamiento del Partido Socialista. Y lógicamente utilizando la tribuna de la televisión pública Telemadrid.

Está demostrado que en los próximos meses en los medios de comunicación se va a dirimir un debate político que tenemos que ganar los defensores de la verdad. Por reiterativo que parezca tenemos que poner en marcha todas nuestras tribunas informativas llevando la iniciativa en la divulgación del trabajo realizado. Dando réplica a cada una de las insidias que se van a verter.

Como muestra valga la falacia de qué el desarrollo del Estatuto Catalán cambiara la realidad de España. Sin embargo con las competencias muy similares, el Estatuto de la Comunidad Valenciana (PP) no altera el mapa español. ¡Así son sus verdades!

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