La información que se baraja en los medios sobre la trama de empresas que se han prestado al juego sucio de pagar eventos relacionados con el Partido Popular de Valencia, hace que la dirección de Génova, valorado con detalle el contenido, exija una explicación contundente al presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
Es muy importante recordar, que Mariano Rajoy presidente del Partido Popular, públicamente se compromete a respaldar íntegramente al Sr. Camps. Por tanto, el futuro político de ambos está íntimamente ligado.
El contenido de las noticias y el apoyo recíproco, es lo que genera la necesidad de entrevistarse Rajoy y Camps. Allí, ambos debieron mirarse a la cara y manifestarse lo bueno y malo de su relación. Encuentro que se fijó en terreno neutral entre la distancia de Madrid y Valencia.
No debió ser grata la conversación ya que duró cinco horas. Esto, aunque largo en el tiempo, no sería llamativo si la dirección de Madrid, hubiera tenido conocimiento.
Pero, no fue así. La número dos, María Dolores de Cospedal, a pesar de haberse reunido minutos antes con Rajoy, desconocía el encuentro que se produjo posteriormente. También, de Cospedal, ha exigido que la dirección del PP valenciano aclare a la opinión pública lo ocurrido con la financiación en Valencia.
Esta, es la génesis de los hechos; y decía al principio que la unidad para conseguir la designación de Madrid, relega a un segundo plano. Ahora, conocido que será Río de Janeiro la ciudad olímpica, el Partido Popular tendrá que ajustar las cuentas internas.
Con un Ruiz-Gallardón, tocado; una Esperanza Aguirre, aguardando acontecimientos del caso Gürtel; María Dolores de Cospedal, escudándose de los ataques valencianos; y todos de regreso en Madrid; la semana próxima se vislumbra políticamente apasionante.
Lamentar que Madrid, no haya sido elegida sede olímpica. Pero reconocido lo primero, tenemos que valorar el aspecto fundamental que sido el aval de Brasil. El presidente Lula, ha sido el único ponente que ha defendido el esfuerzo económico para salir de la crisis y la creación de empleo que lo Juegos Olímpicos generaría en un país que tiene como objetivo prioritario reducir la pobreza. El Comité Olímpico lo ha entendido.