La ciudad de Leganés con 182.000 habitantes, es una de las cinco ciudades más importantes del Sur de la Comunidad de Madrid. La prensa digital se hace eco de la noticia relacionada con los datos de un “estudio sociológico” concerniente a la intención del voto en 2007. elbuzon.es
Los datos del mencionado estudio, son noticia en base comparativa a los resultados electorales del año 2003. Entonces, en el municipio, el PP, obtuvo el 38,07 % de los votos. El PSOE, el 37,16 % e IU, el 17 %. Producto de este resultado es el Gobierno formado por PSOE – IU.
Hoy, según el “estudio” -realizado sobre 1.100 encuestas personales-, el PSOE obtendría el respaldo del 31,3 por ciento de los encuestados, frente al 24,1 por ciento del Partido Popular. Además, Izquierda Unida -que actualmente gobierna en coalición con los socialistas- obtendría un 6,6 por ciento del electorado. Dando como resultado una ventaja del Partido Socialista de 7 puntos, sobre el Partido Popular.
La inversión en la intención del voto se produce por dos acontecimientos. El primero y fundamental, es el acoso que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, está llevando a cabo sobre la plantilla de profesionales del hospital “Severo Ochoa”. El consejero Sr. Lamela, con el beneplácito de la presidenta Esperanza Aguirre, no está valorando las consecuencias que la población leganense percibe de cómo se esta tratando a los profesionales de su hospital. Porque a diferencia de otras localidades, en el Sur de Madrid, hay un sentimiento muy especial de orgullo acerca de las instalaciones sanitarias que tanto esfuerzo y lucha ha costado conseguir. Después de ello, no puede venir el consejero de turno y destituir a todo aquel que no comulga con su ideario político. Este, es, el sentir general de la ciudadanía de Leganés.
Luego, si en el 2003, el Partido Popular, obtiene la mayor confianza; los ciudadanos después de valorar lo que están haciendo con el prestigio del “Severo Ochoa”, no dudan en revocar esa preferencia, ante los comicios de 2007.
El otro hecho, puede ser concatenación de lo expuesto: dirigentes populares locales, que observan la locura llevada a efecto por la dirección de Madrid y acometen un cisma dentro del propio partido local. Las desavenencias internas se reflejan también en la confianza del electorado.
Esto último, vale para todas las organizaciones políticas. Es necesario el diálogo y debate interno para que todos puedan sentirse responsables de las decisiones tomadas.
Los datos del mencionado estudio, son noticia en base comparativa a los resultados electorales del año 2003. Entonces, en el municipio, el PP, obtuvo el 38,07 % de los votos. El PSOE, el 37,16 % e IU, el 17 %. Producto de este resultado es el Gobierno formado por PSOE – IU.
Hoy, según el “estudio” -realizado sobre 1.100 encuestas personales-, el PSOE obtendría el respaldo del 31,3 por ciento de los encuestados, frente al 24,1 por ciento del Partido Popular. Además, Izquierda Unida -que actualmente gobierna en coalición con los socialistas- obtendría un 6,6 por ciento del electorado. Dando como resultado una ventaja del Partido Socialista de 7 puntos, sobre el Partido Popular.
La inversión en la intención del voto se produce por dos acontecimientos. El primero y fundamental, es el acoso que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, está llevando a cabo sobre la plantilla de profesionales del hospital “Severo Ochoa”. El consejero Sr. Lamela, con el beneplácito de la presidenta Esperanza Aguirre, no está valorando las consecuencias que la población leganense percibe de cómo se esta tratando a los profesionales de su hospital. Porque a diferencia de otras localidades, en el Sur de Madrid, hay un sentimiento muy especial de orgullo acerca de las instalaciones sanitarias que tanto esfuerzo y lucha ha costado conseguir. Después de ello, no puede venir el consejero de turno y destituir a todo aquel que no comulga con su ideario político. Este, es, el sentir general de la ciudadanía de Leganés.Luego, si en el 2003, el Partido Popular, obtiene la mayor confianza; los ciudadanos después de valorar lo que están haciendo con el prestigio del “Severo Ochoa”, no dudan en revocar esa preferencia, ante los comicios de 2007.
El otro hecho, puede ser concatenación de lo expuesto: dirigentes populares locales, que observan la locura llevada a efecto por la dirección de Madrid y acometen un cisma dentro del propio partido local. Las desavenencias internas se reflejan también en la confianza del electorado.
Esto último, vale para todas las organizaciones políticas. Es necesario el diálogo y debate interno para que todos puedan sentirse responsables de las decisiones tomadas.
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