A pesar del confortante apoyo al Estatuto de Cataluña 74% de sí; frente al 21 % del no; la baja participación 50% del censo electoral, ha nublado el escenario político. Recordemos que el Estatuto de 1979 se aprobó con un 88,14% de los votos y una participación del 59,70%.
Este descenso de participantes es lo que debe ser analizado por todas las opciones políticas. El masivo apoyo al nuevo Estatuto queda demostrado y por lo tanto, a partir de hoy se acabó la doble interpretación.
Ahora bien. Cabe preguntarse qué es lo que ha impedido que a pesar de las demostrables ventajas que supone la nueva Ley estatutaria para el pueblo catalán, éste, no se haya entusiasmado con el proceso electoral.
Es verdad que PP y ERC, apostaban por el “no” pero el ínfimo apoyo recibido, no les debe servir de regodeo. Por lo tanto, ellos, tampoco han conseguido el objetivo que defendían.
En defensa y apoyo al “sí” PSC; CiU y ICV, deben sentir que no han sabido transmitir a la población los beneficios participativos. Aunque claro está, el objetivo se ha logrado con amplio respaldo.
Un dato para el análisis
El censo se ha incrementado en 900.000 votantes, con respecto a 1979 y el número de personas que han votado ha descendido a 2.500.000, frente a 2.600.000 del año 1979. Habrá que analizar en qué distritos se ha producido el incremento de población y dónde ha bajado la participación. Quizás se pueda estudiar el perfil sociológico de lo acontecido.
Independientemente de ello, de cara al futuro es necesario aplicar la máxima democrática: “Gobernar para el pueblo, pero con la participación del pueblo”.
Este descenso de participantes es lo que debe ser analizado por todas las opciones políticas. El masivo apoyo al nuevo Estatuto queda demostrado y por lo tanto, a partir de hoy se acabó la doble interpretación.
Ahora bien. Cabe preguntarse qué es lo que ha impedido que a pesar de las demostrables ventajas que supone la nueva Ley estatutaria para el pueblo catalán, éste, no se haya entusiasmado con el proceso electoral.
Es verdad que PP y ERC, apostaban por el “no” pero el ínfimo apoyo recibido, no les debe servir de regodeo. Por lo tanto, ellos, tampoco han conseguido el objetivo que defendían.
En defensa y apoyo al “sí” PSC; CiU y ICV, deben sentir que no han sabido transmitir a la población los beneficios participativos. Aunque claro está, el objetivo se ha logrado con amplio respaldo.
Un dato para el análisis
El censo se ha incrementado en 900.000 votantes, con respecto a 1979 y el número de personas que han votado ha descendido a 2.500.000, frente a 2.600.000 del año 1979. Habrá que analizar en qué distritos se ha producido el incremento de población y dónde ha bajado la participación. Quizás se pueda estudiar el perfil sociológico de lo acontecido.
Independientemente de ello, de cara al futuro es necesario aplicar la máxima democrática: “Gobernar para el pueblo, pero con la participación del pueblo”.
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