Son actitudes que procuro aplicar en el devenir de cada
día. Pero no por ello, dejo de tener mis propios criterios sobre los asuntos
que se plantean. Es en esas ocasiones que manifiesto los principios personales
cuando puede surgir el desconcierto en otras personas.
Si además tienes voluntad comunicativa y decides
practicar el periodismo ciudadano, es obvio que estás obligado a contar
aquellas noticias que surgen a tu alrededor.
Todo esto viene a cuento, a resuelta de comentarios que
se producen en las redes sociales del tipo: “no creía yo que tú eras así”. Debido
precisamente al contenido de noticias locales de la ciudad de Getafe, que en las
últimas elecciones municipales ha cambiado de Gobierno. Obvia decir que en la
pasada legislatura el gabinete de prensa del Partido Popular, era el
suministrador de la relación de actividades que llevaba a cabo el alcalde. Y,
estoy seguro de que personas de otro proyecto político podían pensar que dar cumplida
cobertura a la información era comulgar con lo publicado.
Sin embargo, el cambio de color político del Gobierno
actual en el ejercicio de su responsabilidad y dando cumplida información de
la actividad de la alcaldesa, también el gabinete de prensa del PSOE, manda las
correspondientes notas que considera deben ser conocidas por la opinión
pública. E igualmente, son publicadas. Ha sido ahora, cuando la otra parte
manifiesta su desconcierto.
También me hacen llegar comentarios sobre la abundancia
de notas que se publican en este espacio: “Antes con los otros escribías más”.
En este asunto, declaro que la realidad es pura casualidad. Es cierto que la
cantidad ha disminuido, pero no es resultado del color político. En estos
momentos, estoy atravesando un periodo de `escepticismo´ social y político.
Esto, hace que te hagas una pregunta que considero maldita, ¿y para qué?
Cuando analizas lo que sucede a tu alrededor, el poco
valor que le damos a las penalidades que padecen otros congéneres, la lentitud
de las instituciones para afrontar la solución de los problemas, la falta de
voluntad política de los dirigentes mundiales, la poca visión de futuro para
solucionar lo inmediato e implantar los medios para que no se vuelva a repetir y
sumamos las estrategias políticas, esto te come la moral y hace que cada día
pienses más en el mundo que nos ha tocado vivir.
Está clara la demostración de cómo me siento. El
pesimismo se ha instalado. Espero que dure poco.