Ésta ha debido ser la sensación con la que ha tenido que
desayunar Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, el día en que
se conmemora la festividad del 2 de mayo.
Los previsibles resultados electorales para mayo de 2015,
hacen que se vislumbre un cambio de Gobierno en la Comunidad de Madrid.
Recordemos que el Partido Popular gobierna la Comunidad desde 1995.
Y, si se mantiene esta tendencia de voto el PP, necesita
el apoyo de UPyD para poder formar Gobierno.
Precisamente, es el mismo grupo UPyD, el que necesita
PSOE e IU para establecer un Gobierno de progreso en la Comunidad de Madrid, partiendo de que se necesitan 65 diputados para un
Gobierno de mayoría absoluta.
Ahora bien, en esta legislatura que finaliza tenemos
experiencias en municipios de la Comunidad donde el Partido Popular está
gobernando gracias a la abstención que mantuvo UPyD el día de la investidura a
la alcaldía.
Decía que ha debido ser un sabor agridulce el que debe
tener González en su paladar, debido precisamente al resultado, que de
confirmarse, demuestra que los madrileños no lo consideran ideal para presidir
la Comunidad en 2015. Pero esto, no le quita la oportuna dulzura de poder todavía
alcanzar la presidencia si el grupo UPyD, sigue con la misma filosofía de
apoyar al grupo político más votado.
Es una verdadera lástima que a pesar de la previsible gran
subida de Izquierda Unida, el Partido Socialista de Madrid, no consiga atraer
los votos necesarios para que sumando las fuerzas de progreso arrojara la
garantía de una mayoría absoluta. Sólo alcanzable si recibe el apoyo de UPyD.
Y, es éste grupo político el que a partir de mayo, si se confirman
los resultados, los que tienen en su mano mantener la continuidad del Gobierno
del PP, o de lo contrario se produce un cambio de ciclo político en la
Comunidad de Madrid. Es obvio, que de la posición política que adopten quedará
grabada una imagen fija para siempre. Cuanto se tiene la llave para formar
Gobierno, una segunda vez, no se puede filosofar y quedarse en el `limbo´ con
la sola postura de presentar iniciativas políticas que como ocurre en la ciudad
de Getafe, aprueba el Pleno de la Corporación y luego se diluyen en el paso del
tiempo.
Los madrileños y madrileñas debemos reflexionar sobre
esta realidad que nos ofrece el sondeo a sólo un año de las elecciones
municipales y autonómicas.