La ciudad de Madrid está preparada para recibir a las `Marchas
de la Dignidad´. Llegadas desde distintos ejes de España y acompañados por más
de 150 colectivos harán su entrada en la capital para marchar todos juntos
desde Atocha a la Plaza de Colón.
Recordar que algunas `Marchas´ llevan casi 30 días de
caminata escenificando su protesta. En el manifiesto que las une, denuncian el “robo
de derechos, el empobrecimiento generalizado de la mayoría social, el
desmantelamiento de la Sanidad, Educación, y Dependencia”. Haciendo especial hincapié
en que “no ha habido ningún recorte a la hora de inyectar decenas de miles de
millones de euros para salvar a los bancos y especuladores”. También se
denuncian los desahucios, la reforma judicial y el alto nivel de paro que
padece la sociedad española.
El contenido de este `Manifiesto´ es lo que el Presidente
de la Comunidad de Madrid, Ignacio González (PP) considera que son unas
reivindicaciones y denuncias que nos aproximan a los partidos políticos
`neonazis´ como Amanecer Dorado en Grecia.
En política los gestos y frases grandilocuentes tienen un
significado muy especial. Y, lo que parece que no marca una tendencia sí cala
en el pensamiento de los colectivos sociales.
Por ello, desde la observancia social detectamos que un
Presidente que piensa de la manera que lo ha hecho público Ignacio González,
tiene los días contados para que la sociedad madrileña le desaloje de la
presidencia de la Comunidad de Madrid.
Además, estas castas sociales que están entrelazadas
entre sí tienen que aprender que su tiempo se ha acabado. La primera prueba
manifiesta que marca el inicio del fin, tiene que ver con la elección de la
presidencia de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM-CEOE).
Conocemos la relación que el actual presidente y candidato Arturo Fernández,
mantiene con familiares del Presidente González y los movimientos que está
realizando para que los empresarios madrileños le otorguen su voto.
Pues bien, declaraciones despreciables hacía una sociedad española
que se ve obligada a caminar cientos de kilómetros para manifestar su denuncia
y luego apreciar que determinados oligarcas empresariales quieren continuar con
sus privilegios, hay que erradicarlos del poder definitivamente. El primer paso
lo tienen que dar los empresarios madrileños. Posteriormente, en mayo de 2015
la mayoría de la sociedad madrileña.