Cuando parecía que la sociedad española aceptaba sin
coste alguno para el Partido Popular, el incumplimiento de su programa
electoral y por tanto, la aplicación de unas políticas económicas que nos hacen
vivir en una constante recesión, el hecho de querer también aplicar recortes en
derechos sociales hace que la ciudadanía diga ¡basta!
Así, conocemos por la encuesta que ofrece el País, que si
hoy se celebraran elecciones el PSOE ganaría. La aplicación de leyes que nos han
sometido a un sacrificio con el pretexto de que después vendrá la recuperación,
ya había desgastado bastante al PP, debido a que la ciudadanía no aprecia
indicios de esa recuperación a la que el presidente Rajoy alude.
Para el Gobierno cabía la esperanza de que si llegaba a
2015, con datos reales de crecimiento en la economía diaria, podría recuperar
la credibilidad perdida.
Pero, cuando hemos valorado que además de los
sacrificios, ahora también perdemos derechos reconocidos y ganados que nos
protegían a quienes necesitaban hacer uso ellos, se empieza a consolidar una
tendencia de cambio de voto.
Desde mi punto de vista, la reducción de servicios
sanitarios, educativos, jurídicos, pensiones y pérdida de poder adquisitivo, ya
era motivo para que nos diéramos cuenta de la ideología conservadora del
Gobierno. Pero, han sido las dos últimas leyes en proceso de tramitación las
que han colmado la paciencia y están provocando la indignación de la sociedad.
El ministro del Interior, Jorge Fernández con ley de
Seguridad Ciudadana, la mordaza que nos quiere aplicar a la sociedad, no deja
contentos a la izquierda, ni a la derecha que critica el proceder que aplica a
los presos de ETA.
Si la sumamos a la ley del ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón con la nueva ley de
interrupción del embarazo, están consiguiendo que el sueño y la esperanza de
recuperación de la confianza electoral se esfume.
Gallardón y Rajoy, se equivocan con la aplicación del
contenido de esta ley. La que está vigente en este momento cubre y garantiza
que nadie que decide interrumpir su embarazo será perseguido ni castigado. Y,
por supuesto a nadie obliga tener que hacer uso de ella.
Por ello, el 80% de los ciudadanos estamos en contra de
los planteamientos de la ley del PP. Incluso es rechazada por la mayoría de
votantes del Partido Popular.