18/11/2008

Tenemos que ser iguales

Gran repercusión mediática está teniendo la triste muerte del joven de 18 años, Álvaro Ussía Caballero. La brutal actuación (paliza) de los porteros de discoteca ante un insignificante incidente, le siega su juventud y proyecto de vida. Toda la solidaridad del mundo para con sus Padres.

Igual que se lo merecen las familias de las otras víctimas de Alcorcón y Fuenlabrada, en la Comunidad de Madrid. La diferencia entre las injustas muertes es que las personas de la periferia eran magrebíes y Álvaro, que muere en una discoteca madrileña relacionada con personas acomodadas, era español.

A partir de ahí, se descubre una serie de irregularidades administrativas que con toda seguridad deben tener consecuencias políticas. Las denuncias no atendidas por el Ayuntamiento de Madrid, tendrán que ser explicadas por los responsables. No vale que ahora después de la perdida de la vida inocente, se cierre la discoteca. Por qué tantas denuncias y no fueron atendidas en tiempo y forma.

La regulación de la seguridad en locales privados es competencia de la Comunidad de Madrid, y tampoco existe ley o norma que diga los requisitos y preparación que los porteros deben acreditar para desarrollar con “seguridad” su trabajo. Ha tenido que suceder la luctuosa muerte de Álvaro, para descubrir que llevan seis años tratando de consensuar y redactar la normativa. Ahora, tampoco vale que dentro de unos días esté regulada la actividad. Hay que explicar cuáles han sido los impedimentos que han evitado que a pesar de las muertes de Alcorcón y Fuenlabrada, no haya reglamento que afecte a la figura de portero de discoteca.

Se entiende perfectamente, que los empresarios de este tipo de actividades prefieran a fornidos hombres con mucho cuerpo y poco cerebro que actúen de la manera que lo han hecho estos energúmenos. De existir un reglamento regulador, con toda seguridad, que las personas que ejercen este trabajo, además de un buen físico, también deben poseer unas cualidades humanas y formativas de cómo resolver situaciones conflictivas utilizando la menor fuerza física. Esto, por pura lógica tiene que tener su remuneración económica adecuada a la preparación del trabajador. Cosa ésta, que los anteriores como no tienen muchas entendederas……

Soy padre y puedo imaginar el dolor que se tiene que sentir ante la perdida de un hijo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad llevas toda la razón TODOS SOMOS IGUALES. Y ahora que asuman las responsabilidad del por qué ese local no estaba cerrado aún, pero el tema es que los políticos son como son. Mira el ejemplo del Portavoz del PP de Getafe que engaña a los vecinos recogiendo firmas cuando firma el acuerdo del aeropuerto.

Mirar este blog. http://alvarogetafe.blogspot.com/

Antonio Pulido Ruiz dijo...

Interesante información la que aportas. Ahora tengo que averiguar como relacionar las fechas que se reflejan en los documentos. Uno pertenece a noviembre de 2008 y otro a diciembre de 2007.
Saludos.

Anónimo dijo...

Me he tomado la libertad de diseñar un blog que aglutine a ciudadanos y vecinos en una plataforma contra el aeropuerto civil de Getafe. Espero que pueda servir de ayuda para todos los que estamos en contra del aeropuerto, al margen de posiciones ideológicas.
Es el momento de plantar cara a semejante proyecto independientemente de las ideas de cada uno

http://aeropuertodegetafe.blogspot.com/

Saludos

Anónimo dijo...

Una vez más nos la lian con el aeropuerto.
¿Sabe el alcalde que esto le va a costar la alcaldia al PSOE EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES?

Anónimo dijo...

NO ES PARA EL TEMA DE HOY, PERO ME PARECE INTERESANTE(JOSE LUIS)



Algo nos suena todo esto verdad???




Los Amos del Mundo / Arturo Pérez-Reverte

(Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El Semanal' el 15 de noviembre de 1998 , y que ahora, diez años después , parece una visión de Nostradamus) .

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla antro del computador, su futuro y el de sus hijos.
Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street , y dicen en inglés cosas como long-term capital management , y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.
No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
Esto no puede fallar, dicen.. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.
Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.
Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.
Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

Antonio Pulido Ruiz dijo...

Confío en el buen hacer y la experiencia política de Castro. No creo que comenta el error de no calcular las consecuencias políticas que este asunto puede suponer para el PSOE de Getafe.
Ahora bien, considerando que en la CAM, gobierna el PP y que el PP de Getafe, se suma a la campaña contra el aeropuerto, si el PSOE, no hila fino, puede facilitar el camino electoral al PP.