En la anotación anterior se hacía un llamamiento de ayuda a la comunidad internacional para poder afrontar el problema que España tiene con la inmigración. Mientras que ella llega, las comunidades autónomas españolas deben cumplir el protocolo de reparto firmado en el año 2002.
La comunidad canaria no puede por sí sola soportar el problema que esta situación produce. En años anteriores y con gobiernos diferentes junto con la canaria otras comunidades y ciudades tenían que gestionar la entrada masiva de personas ilegales. Fue entonces, cuando el Gobierno del Partido Popular, firmó con las comunidades autónomas un protocolo de reparto en los centros de acogida de la Península.
La situación es tan cambiante que, el acuerdo del año 2002, hoy está desfasado y es necesario que de nuevo –impulsado por el Gobierno- se siente la comunidad española y analice la realidad de 2006. Todos deben exponer sus ideas acerca de cómo se puede paliar el problema que se está generando cada día.
En estos encuentros, además de los responsables del Gobierno central y autonómicos, es muy necesario que estén presente responsables de la Federación Española de Municipios y Provincias, al igual que aquellas ONGs que trabajen activamente con la población inmigrante. Todos deben hacerse oír y ser escuchados.
Ante un problema humano tan complejo no se debe practicar la política hipócrita y cainita. Está demostrado que la llegada de personas ha sido una constante con todos los gobiernos. Y mientras el mundo esté divido en países ricos y pobres, seguirá el trasvase humano, sea el Gobierno progresista o conservador.
La comunidad canaria no puede por sí sola soportar el problema que esta situación produce. En años anteriores y con gobiernos diferentes junto con la canaria otras comunidades y ciudades tenían que gestionar la entrada masiva de personas ilegales. Fue entonces, cuando el Gobierno del Partido Popular, firmó con las comunidades autónomas un protocolo de reparto en los centros de acogida de la Península.
La situación es tan cambiante que, el acuerdo del año 2002, hoy está desfasado y es necesario que de nuevo –impulsado por el Gobierno- se siente la comunidad española y analice la realidad de 2006. Todos deben exponer sus ideas acerca de cómo se puede paliar el problema que se está generando cada día.
En estos encuentros, además de los responsables del Gobierno central y autonómicos, es muy necesario que estén presente responsables de la Federación Española de Municipios y Provincias, al igual que aquellas ONGs que trabajen activamente con la población inmigrante. Todos deben hacerse oír y ser escuchados.
Ante un problema humano tan complejo no se debe practicar la política hipócrita y cainita. Está demostrado que la llegada de personas ha sido una constante con todos los gobiernos. Y mientras el mundo esté divido en países ricos y pobres, seguirá el trasvase humano, sea el Gobierno progresista o conservador.
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