El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, esta mañana en
el Congreso ha desarrollado un amplio abanico de severos recortes que atacan
directamente a funcionarios, parados, dependientes y a la sociedad en general con
la subida del IVA ¡Joder, que vuelva Zapatero!
Para justificar las medidas adoptadas siempre esgrime el
mismo argumento, “la herencia recibida”. Además ahora, nos ilustra con el dato,
de que no tenemos dinero para funcionar y todo depende de las prestaciones que
vienen de fuera. Es decir, los españoles necesitamos de aportaciones
extranjeras para seguir con nuestro vivir diario.
La realidad es desoladora y por tanto, nos sentimos desencantados
cuando valoramos las promesas y compromisos que nos hizo el Partido Popular
defendiendo que tenía la solución para resolver los problemas del anterior
Gobierno.
Las decisiones económicas que el viernes aprueba nos
llevan a una gran recesión económica.
Por mucho recorte y reducción del gasto que se consiga, si no se generan
ingresos no salimos de este círculo. Y, cuando los analistas valoren el
estancamiento de nuevo más restricciones. Desengaño total y absoluto. Si no
tengo ingresos no gasto. Si no se gasta, no se consume.
Antes de que suceda, el presidente Rajoy, tiene que dar
un paso más: reducir el sueldo de todos los cargos públicos a la cantidad de 2.500
euros al mes. Los calculadores del gasto estarán de acuerdo que automáticamente
se genera una importante cantidad de ingresos. Un político un sueldo.
Esta sin razón del Partido Popular tiene su máximo de
locura cuando para sentirse refrendados trasladan el Consejo de ministros al
Palacio de la Zarzuela para que el Rey, Juan Carlos, presida y sancione de
manera directa la sangría social que se avecina. Solo le faltaba eso a la Casa
Real ¡Estos, acaban hasta con la Monarquía!