La noticia de que las instituciones madrileñas no ofrecen
hospedaje y descanso a las personas de la “MARCHA NEGRA” me impulsa a movilizar
la solidaridad del pueblo madrileño. Estoy convencido que si la clase política popular
dirigente en la Comunidad de Madrid, no habilita el espacio, los progresistas
madrileños abriremos nuestras puertas al hospedaje.
Además, no dudo que de mantener el Partido Popular esa
actitud, la Diócesis eclesiástica de Madrid, al igual que hiciera con las
Jornadas Mundiales de la Juventud, habilitará los espacios necesarios para dar
cobijo a nuestros semejantes que vienen a defender el futuro de una comarca y
sus familias. Es más, los empresarios hosteleros en un arranque de solidaridad,
también ofrecerán menús a estas personas que se ven obligadas a visitarnos.
Pero, si todo lo anterior no se hiciera realidad, que
nadie piense que estas personas no van a encontrar una cama, una ducha, y una
comida decente. Para ello, ofrezco mi casa para dar alojamiento a la persona
que los organizadores me asignen y me comprometo a facilitar la movilidad que
necesite mientras esté en la ciudad de Madrid.
Por utilizar el símil de los colores, el Madrid ROJO,
tenemos que ayudar a estas personas en todo lo que necesiten. Ese, debe ser el
primer paso de una serie de medidas que vendrán posteriormente.
Queda hecho el ofrecimiento que estoy seguro será
secundado por el pueblo de Madrid. También debemos acompañarles con nuestra
presencia el día que se dirijan al Gobierno de España.
PAZ, JUSTICIA Y SOLIDARIDAD.
Última hora: La alcaldesa de Madrid rectifica, y ofrece a los mineros el
colegio Rosa de Luxemburgo en el barrio de Aravaca para descansar y reponer
fuerzas.
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