Lamento sinceramente que el candidato de Izquierda Unida al Ayuntamiento de Getafe, Javier Viondi, se haya visto obligado a dimitir como número uno de la lista por el hecho de no poseer el título profesional que le acreditaba como médico.
No he tenido la oportunidad de preguntarle a qué se debe la invención y para qué. Javier, presenta una serie de valores personales que no tienen relación directa con ninguna titulación académica. Es decir, el verbo, las formas, las maneras, su vida, la ética política que ha demostrado, son aptitudes que no tienen correspondencia con lo sucedido. Sí es verdad, que cuando se comentaba las cualidades expuestas, había quien de buena fe decía: “es médico y eso se nota”. Y, precisamente la falsa titulación es la causa que le aparta de la carrera a la alcaldía.
Porque lo otro, son valores y principios que no va perder en 24 horas. Pero, en política el engaño es la mejor arma que le ofreces a tu adversario político. La falta de credibilidad es el mayor enemigo y Javier, ya no era convincente.
La otra cara de la moneda
Hay que decirlo claro y alto, los valores antes aludidos son los que en determinado momento cuando Esperanza Aguirre, comunica que se retira provisionalmente de la actividad pública, todo el arco político progresista y conservador le expresamos nuestros mejores deseos de recuperación. Parece que han causado efecto.
Sin embargo, cuando es Alfredo Pérez Rubalcaba, la persona que está ingresada en un Hospital, “EL IMBECIL” de Federico Jiménez Losantos, demuestra no conocer lo que significa la dignidad, ni la ética, ni valores, ni principios, ni nada de nada que se llame humanidad, y aprovecha la ocasión para soltar exabruptos de este tipo: “Desconozco si Rubalcaba está enfermo o lo finge, no acabo de entender cómo una exploración de próstata –tacto rectal, radiografías– por aumento del PSA puede producir infección urinaria, ni sé si tiene dañado el páncreas, la próstata o sólo la ética, que está moribunda”.
El destino tiene que hacer justicia y el Sr. Rubalcaba tiene derecho a superar este proceso. Mis mejores deseos de recuperación.
No voy a insistir más. Queda demostrado los dos modelos de sociedad que los españoles nos podemos dar. Indudablemente yo me quedo con los valores y principios de la izquierda.