Quedan algo más de dos semanas para el día 9 de noviembre.
Fecha elegida por el presidente Más, para consultar de manera no oficial las
preferencias del pueblo catalán sobre el futuro de su caminar: juntos con el
resto de España o solos.
La última noticia manifestada dice que el Sr. Mas,
mantendrá una postura institucional y por tanto, sus intervenciones en el
proceso se limitaran al consabido llamamiento a la participación de los
catalanes.
De otro lado, tenemos al Sr. Junqueras que anuncia que
ERC sólo pactará con partidos que declaren abiertamente la independencia de
Cataluña.
Esta arrogancia y seguridad de que todo el pueblo apuesta
por la independencia, desde mi punto de vista es una osadía que debería
controlar.
Por ello, dado que desde el Gobierno de la Generalitat se
hará un llamamiento a la participación masiva, considero que ha llegado el
momento, aunque sabemos que no tiene vinculación legal la consulta, de acudir a
las urnas para que de una vez por todas se conozca con datos máximos qué piensa
la mayoría de la sociedad catalana sobre el proceso soberanista.
Esto, es fundamental. Si solamente depositan su voto
aquellas personas que tienen definido su sentir determinado y el resto deja que
los demás decidan, seguiremos enrocados en el bucle del independentismo.
En cambio, sí como considero, la opinión del pueblo no es
tan unánime en una dirección concreta, será el propio Gobierno y sus aliados lo
que tendrán que estudiar sin hacerse engaños qué sucede con todo este proceso.