Hemos conocido que uno de los edificios más emblemático
de la ciudad de Madrid, dejará de ser propiedad española. El Banco de Santander
dueño del edifico España se lo ha vendido al empresario
chino Wang Jianli.
El banco que preside Emilio Botín ha preferido hacer caja
a pesar de perder 100 millones de euros. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio
González, ha manifestado su satisfacción por la venta del edificio, ya que se lo
ha vendido al empresario chino más rico del país asiático. Ha agradecido el
"esfuerzo que haya hecho el Banco Santander para facilitar la
inversión" y ha destacado la colaboración "total" de la
Comunidad con este tipo de iniciativas.
Sin
lugar a dudas al Presidente González, le gusta esto de la riqueza empresarial.
Todavía suena en nuestros oídos el fallido proyecto Eurovegas. Y, en estos
momentos, el Gobierno de la CAM, también hace caja con la venta de las
viviendas protegidas en alquiler con opción a compra que tiene la Comunidad de
Madrid. Igualmente, estas operaciones son ventas con precios a la baja que
grupos inversores extranjeros aprovechan para comprar las gangas que ofrece
España.
En
la información publicada se recoge que este edificio está pendiente de ser
declarado `Bien de Interés Cultural´. Esta clasificación estaba prevista
hacerla en el año 2000, sin embargo al día de hoy no la tiene. Sólo se impondrá
a los nuevos propietarios respetar la fachada. En la actualidad su interior
está diáfano.
Recordemos algo de la historia del edificio España. Con
sus 117 metros de altura, en el año 1953 fue considerado uno de los edificios
más altos de Europa.
Su construcción llevó cinco años y, con una inversión de 200 millones
de pesetas de la época, rompió moldes con sus 25 plantas, 32
ascensores, 3.123 ventanas, 184 apartamentos, un hotel de
lujo con 307 habitaciones, salón de fiestas para 1.200 personas
y una piscina en la terraza superior.
Esto,
es historia. Ahora desconocemos lo que el empresario chino hará con él. Sabemos
que es un grupo especializado en hoteles de lujo, y centros comerciales también
de lujo. González, espera que esta venta suponga un revulsivo para la
recuperación del área de la Plaza España.
Personalmente,
me hubiera gustado que esta iniciativa y proyecto de rehabilitación hubiese
sido producto de la una unión de empresarios españoles. Así, el edificio España
seguiría siendo español.