Aunque los cabezas de cartel están disfrutando de unos
días de asueto, los subalternos siguen haciendo su trabajo de cara al próximo
mes de septiembre.
Así, valoramos que el Gobierno que preside Mariano Rajoy,
está pendiente de aprobar en el Consejo de Ministros varios proyectos de ley
para su posterior debate en el Congreso. El tema estrella que el Partido
Popular deberá pactar con los demás grupos políticos son `las medidas de
regeneración democrática´.
Llegado el tiempo iremos conociendo detalles del compendio
de su contenido. En lo que sí parece que están trabajando sin demora es en la
reforma de la ley que permita promover la elección directa de los alcaldes. Recordemos
que las elecciones son en mayo de 2015.
A pesar de que el principal partido de la oposición PSOE,
haya manifestado su negativa a la entrada en vigor para las próximas
elecciones, el PP y sus cálculos matemáticos insisten en que si los demás
grupos aceptan su contenido la ley podría estar preparada para diciembre.
En esencia la ley introduce el concepto de que la
candidatura que obtenga la mayoría simple y que haya superado el 40% de los
votos válidos emitidos y supere al menos en cinco puntos porcentuales a la
siguiente candidatura, se le asigna automáticamente la mitad más uno de los
concejales del Ayuntamiento.
También, buscando suavizar la oposición advierten que si
no se consiguiera ese porcentaje por ningún grupo, se puede utilizar el procedimiento
actual de pactos para alcanzar la mayoría.
Conocida la enjundia de la reforma sólo nos falta
analizar los porcentajes de voto obtenido en las pasadas elecciones en cada uno
de los municipios para hacernos una idea de cómo podría ser el resultado en
mayo.
Estoy convencido que serán muchos los ayuntamientos que
se verán afectados. Entre los más conocidos y en riesgo de pérdida de la
alcaldía están los de Madrid y Valencia, hoy gobernados por el Partido Popular.
Si los electores le confiaran su voto hasta el porcentaje del 40% podrían
mantener su mayoría absoluta.
Con lo cual, el resto de opciones situadas en la órbita
de la izquierda, tendrían que trabajar para que dicho porcentaje no fuera a
parar al Partido Popular.