Nadie cuestiona la urgente necesidad que tenemos en
España de aplicar políticas económicas que corrijan la sangría de parados. Y,
desde ese reconocimiento es al Gobierno que preside Mariano Rajoy, a quien
corresponde tomar la firme iniciativa correctora.
Además, el Partido Popular debe aprovechar las
conclusiones del encuentro que el PSOE y sindicatos CC.OO y UGT, están manteniendo.
La cifra de 6.000.000 millones de parados y con más del 50% de paro juvenil, no
puede dejar indiferentes al Gobierno y Agentes Sociales.
Por ello, desde el comienzo de este año, se tiene que
fijar como objetivo prioritario la creación de empleo. Sin olvidar a las familias
que necesitan la ayuda mínima que proporciona el “plan prepara”.
2013, tiene que ser el año del consenso de las ideas. Cualquier
iniciativa debe ser tenida en consideración y desde encuentros auspiciados por
el Gobierno, tienen que ser analizadas valorando aquellas que son más rentables
socialmente.
Así, una propuesta que a priori puede parecer un
disparate como es la que presenta el presidente de CEPYME, un nuevo contrato
para jóvenes cuyo importe supone pagarles 645,30 euros, brutos mensuales, antes
de ser rechazada fruto del trabajo consensuado, se debería enriquecer con las
aportaciones del Gobierno y sindicatos para corregir el bajo salario y que ese
contrato se pueda convertir en el inicio de la entrada en el mercado laboral
con todas las garantías sociales.
El Gobierno de Mariano Rajoy, no pude desaprovechar las
ideas e iniciativas que surjan. Está obligado a ser el capitán del barco
llamado España. No puede dejar que la tripulación imponga criterios dirigidos a
los jóvenes en condiciones laborales diferentes a los actuales contratos de
trabajo. La crisis económica y el alto porcentaje de jóvenes en edad de
trabajar que no encuentran empleo, no puede ser utilizada para que la patronal
diseñe un contrato laboral ajustado al interés empresarial.
Se
conoce que UGT y CC.OO han presentado un documento alternativo en política
económica que acabe con las medidas de austeridad y se pongan en marcha medidas
de crecimiento económico que tengan por objetivo crear empleo.
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