El pragmatismo es un buen aliado en el mundo de la
política. Máxime, cuando la sociedad expresa democráticamente su opinión y los
resultados son los que ya nos han llevado a dos elecciones y si no son capaces
nuestros representantes de alcanzar un acuerdo, iremos a unas terceras.
Si tuviéramos que vernos abocados a esa tercera consulta,
hoy, un medio de reconocido prestigio anuncia que el resultado final sería algo
parecido a la actual composición parlamentaria. Con un dato muy destacado: “el
crecimiento de la abstención”. Si en junio votamos el 69,8% del electorado, en
el mes de diciembre próximo solo lo haría el 60,4%.
Es decir, el cansancio, la confusión y el desánimo se han
instalado en el electorado. Llegados a este punto, y visto los resultados de
las dos consultas donde la variación en porcentaje cambia poco y cuando lo hace
beneficia al Partido Popular por la fidelidad de sus votantes, qué tendrá que
ocurrir para que en el resto de grupos políticos se practique el `pragmatismo´.
El estudio de la encuesta que hoy publica el Observatorio,
nos ofrece variadas formulas, combinaciones y preferencias para poder formar
Gobierno. Obviamente, si se mantiene la actual actitud de los partidos políticos
de unos y otros con respecto a sus adversarios compañeros de parlamento, por
muchas combinaciones que los analistas ofrezcan, será un predicamento en el
desierto.
La encrucijada es muy seria. Además, en la encuesta, solo
declara querer ir de nuevo a las urnas un 10,6% de los encuestados. Entonces,
con esta abrumadora mayoría social que pide formar Gobierno, a quiénes escuchan
nuestros representantes elegidos.