Confusión mucha confusión

El pragmatismo es un buen aliado en el mundo de la política. Máxime, cuando la sociedad expresa democráticamente su opinión y los resultados son los que ya nos han llevado a dos elecciones y si no son capaces nuestros representantes de alcanzar un acuerdo, iremos a unas terceras.

Si tuviéramos que vernos abocados a esa tercera consulta, hoy, un medio de reconocido prestigio anuncia que el resultado final sería algo parecido a la actual composición parlamentaria. Con un dato muy destacado: “el crecimiento de la abstención”. Si en junio votamos el 69,8% del electorado, en el mes de diciembre próximo solo lo haría el 60,4%.

Es decir, el cansancio, la confusión y el desánimo se han instalado en el electorado. Llegados a este punto, y visto los resultados de las dos consultas donde la variación en porcentaje cambia poco y cuando lo hace beneficia al Partido Popular por la fidelidad de sus votantes, qué tendrá que ocurrir para que en el resto de grupos políticos se practique el `pragmatismo´.

El estudio de la encuesta que hoy publica el Observatorio, nos ofrece variadas formulas, combinaciones y preferencias para poder formar Gobierno. Obviamente, si se mantiene la actual actitud de los partidos políticos de unos y otros con respecto a sus adversarios compañeros de parlamento, por muchas combinaciones que los analistas ofrezcan, será un predicamento en el desierto.  

La encrucijada es muy seria. Además, en la encuesta, solo declara querer ir de nuevo a las urnas un 10,6% de los encuestados. Entonces, con esta abrumadora mayoría social que pide formar Gobierno, a quiénes escuchan nuestros representantes elegidos.

Unas terceras elecciones arrojarían casi los mismos resultados que las del 26-J.

Riqueza desigual

La Cadena SER ha hecho público su ObSERvatorio del mes de marzo. En él, se confirma la potencialidad de cuatro grupos políticos en este orden de preferencia en estimación de voto: Podemos, PP, PSOE y Ciudadanos.

Este resultado no varía mucho de otras consultas y sólo cambia el orden del segundo y tercero que se alternan entre PP y PSOE. Podemos mantiene el tipo, Ciudadanos avanza y entra en la terna que puede llegar al final de 2015.

Veamos algunos datos curiosos que define al electorado de los cuatro grupos políticos. Aunque la subida de impuestos a nadie le satisface, cuando se pregunta a los posibles votantes de uno u otro grupo, los que se manifiestan más contrarios a una subida de impuestos son el 71,3% de los votantes de Ciudadanos; seguidos del 68,8% del PP; y dentro de los partidos progresistas, los votantes de Podemos no quieren el 68,8%; siendo los votantes del PSOE los que menos se oponen a la subida el 64,9%.

Es precisamente la subida de impuestos lo que puede hacer corregir la desigualdad que la práctica totalidad de los encuestados considera que en España la riqueza está distribuida de un modo desigual.

Y, de nuevo el perfil de los votantes de los cuatro grupos deja constancia del pensamiento que tienen sobre esta realidad de la situación del desequilibrio de la riqueza.

En este caso, son los votantes de Podemos quienes sienten de manera más drástica la situación de desigualdad, un 84% aprecian mucha diferencia. Y los que menos perciben esta situación son los votantes del PP, 38%, y los de Ciudadanos, un 46%.

Finalmente, cuando se pregunta qué grupos hacen más por corregir o combatir esa desigualdad, nos sorprende la respuesta: Podemos, Izquierda Unida, Ciudadanos y UPyD. Y a mucha distancia, en el furgón de cola, PSOE y PP.

Ante la pregunta que hace el ObSERvatorio a los ciudadanos, sobre si creen que debería incluirse en la Constitución unos mínimos de protección social, la respuesta es contundente: el 71,2% está a favor de blindar unos mínimos que nos protejan.

Yo, escucho la SER

Desde el comienzo de la mañana a las 8:00 horas aproximadamente, conecto con la emisora y durante toda la jornada de manera intermitente pero siempre en los tramos informativos más extensos, atiendo a la información que proporciona.

Esta mañana, nos desayunamos con la noticia que ofrece el ObSERvatorio de la Cadena SER: Los españoles situarían hoy a `Podemos ‘ como primera fuerza electoral.

Un 27,5% de los votos irían para Podemos, seguidos en segundo lugar por el Partido Popular con un 24,6% de los votos. En tercer lugar, a una distancia considerable, se situaría el Partido Socialista, que obtendría  un 19% de los sufragios (de celebrarse hoy estos comicios).

No voy a repetir todos los datos que nos brinda el trabajo que ha realizado la empresa My Word, pero sí destacar algunas apreciaciones que se deducen.  El PP perdería 20 puntos respecto a la votación de 2011. En el caso del PSOE ese descenso sería de casi 10 puntos.

Otros dos grupos que también se sitúan en la línea de obtener representación son UPyD con un 5,5% y `Ciudadanos´ con el 5% de los votos. El gran descalabro los sufriría IU con un 3,7% de los votos.

Desde el punto de vista del análisis político, estos últimos resultados demuestra el gran error cometido por UPyD y Ciudadanos, al no haber podido llegar a un punto convergente entre las dos fuerzas políticas. Queda demostrado que la suma de la preferencia de votos estaría muy cerca del 11%.

La encuesta nos indica que Pablo Iglesias es además, el preferido entre los encuestados para ocupar la Presidencia del Gobierno en cualquiera de las hipótesis planteadas en el sondeo.

Ante una clara victoria de la formación de Pablo Iglesias y las respuestas que obtiene son sorprendentes. Un 90% de sus votantes recibiría ese resultado con alegría y esperanza y ninguno se arrepentiría de su decisión. Entre sus detractores, un 40% sentiría curiosidad por ver qué hacen, pero ningún miedo ante la posibilidad de que Podemos gobernara.

Termino haciendo alusión al problema que los habitantes de una ciudad cercana, Parla, están padeciendo por la huelga llevada a cabo en la recogida de basuras. El Partido Socialista de Parla y el Partido Socialista de Madrid PSM, están obligados a entenderse y solucionar el problema a la ciudadanía. De persistir el enfrentamiento el 24 de mayo los socialistas serán muy castigados en las urnas.