Después de más de cincuenta años de darse la espalda, con
bloqueo incluido, hoy el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, visita
la isla de Cuba. Ello, supone la progresiva apertura de relaciones diplomáticas
y comerciales entre ambos países vecinos.
Si esta es la cara de la situación que vivimos en el
mundo del siglo XXI, la cruz la tienen que soportar las miles de personas
emigradas que huyen de la guerra y que la Unión Europea, no es capaz de dar
cobijo en los países que la conforman.
Es indignante ver y escuchar la situación que están
viviendo los refugiados en las fronteras cerradas que les impiden el paso. Y,
como los dirigentes europeos reunidos ante buenos manteles y platos, toman la
decisión de pagar a un país que no pertenece a la UE como es Turquía para que
los mantenga allí en campos de concentración.
Eso, sin contar los cientos de personas que están
perdiendo sus vidas en los mares con el afán de alcanzar las costas que les
permita alejarse de sus países en guerra.
Todo lo que está ocurriendo es indignante. Ninguna
persona que no tenga mentida en su mente la xenofobia, puede considerar
legítimo los sucesos diarios.
Los gobiernos que conforman la Unión Europea ante el
miedo que puede suponer la pérdida de votos en favor de la extrema derecha
creciente, no pueden mantener una actitud de rechazo y falta de ayuda a las miles
de personas que lo necesitan.
En España seguimos con el Gobierno en funciones. Esta
semana es la dedicada a la pasión procesional. Esperemos que a partir del
sábado de gloria, el descanso ayude a clarificar las mentes de nuestros
representantes.