El Comité Federal del PSOE, celebrado el pasado sábado 18
de enero, despejó la incógnita sobre el proceso de elección del candidato o candidata
a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. Ya conocemos
que serán ´primarias abiertas´ por elección directa de militantes y simpatizantes
que se declaren afines al proyecto socialista, y la fecha elegida noviembre
2014.
También, aunque no tan claro, sí conocemos la fecha para
el resto de procesos autonómicos y alcaldías, mes de septiembre. Sobre el
procedimiento utilizado quedan algunos matices, pero todo hace suponer que para
la elección de los/as candidatos/as, serán elecciones de `primarias internas´.
Sobre la conveniencia de utilizar un procedimiento u
otro, quiero expresar mi pensamiento. Tanto un proceder como otro, a va generar
una expectación motivadora de la sociedad que va a fijarse en lo que el Partido
Socialista Obrero Español, pone en marcha para tratar de conseguir los mejores
candidatos. Al mismo tiempo, si todo se hace correctamente dará un ejemplo de
transparencia política.
Ahora bien, queda expuesto que son dos modelos distintos
diferenciados en función de la elección de las candidaturas. Por ello, mientras
que la elección a la presidencia del Gobierno se entiende que debe ser abierta
con la preceptiva declaración y firma de los electores simpatizantes. La
elección de presidentes autonómicos y alcaldes debe ser participada por los militantes
de las distintas agrupaciones.
Si defiendo esta opción se debe precisamente para que la
claridad y la transparencia del proceso no se vean alteradas por ninguna
influencia ajena al propio proyecto socialista.
Me voy a explicar: No descubro nada nuevo cuando digo que
a los partidos políticos se acercan muchas personas que sin ejercer el trabajo
de la militancia, sí pretenden influir en las decisiones que se toman cuando se
gobierna. Y, cuanto más cercana es la relación debido al núcleo poblacional más
interrelación se produce. Es obvio que no son los mismos intereses el de las
personas que militan y trabajan para un partido político, que el de aquellas
otras personas o empresas que se aproximan al posible poder.
Precisamente en aras del reconocimiento de la dedicación,
entrega y trabajo de la militancia se debe diferenciar muy claramente los
campos de influencia. Centrándome en las alcaldías si no se ponen los medios
acotadores, se podía dar el contrasentido de que personas que se declaran afines, pueden sumar más que
el número de militantes que concurren a la elección. Con lo cual, de fuera
eligen al candidato de dentro. Así, sin más profundidad en la argumentación.
De otro lado, en las `primarias internas´ los candidatos
y candidatas son conocidos perfectamente por el resto de compañeros/as de la
Agrupación, sabiendo valorar el trabajo y la capacidad de cada uno por su
trayectoria política. Con lo qué, la decisión de la elección tanto si genera
éxito como fracaso, será responsabilidad de la elección democrática de los `votantes
internos´.