Varios e importantes acontecimientos surgidos en nuestra
ciudad, me llevan a reflexionar hoy sobre cómo se desarrollan y la percepción
que tenemos los ciudadanos/as. Del perfil presentado voy a excluir datos,
cifras y porcentajes. Hablaré de sentimientos, que no por conocidos son
indiferentes.
La ciudad de Getafe, celebra estos días el décimo
aniversario ininterrumpido de su club de futbol en primera división. Su
presidente Ángel Torres, está abierto a escuchar ofertas de posible compra.
Esta ciudad, industrial por excelencia al sur de la Comunidad
de Madrid, hoy tiene sus polígonos industriales con muy poca actividad. La crisis
ha dejado muy profunda huella y lo que antes era una odisea para entrar en la
ciudad a la hora de la salida de las industrias y talleres, hoy ha
desaparecido.
Consecuencia de lo anterior sumado al parón de la
construcción, Getafe tienen censados 17.000 parados.
Es a partir de esta realidad cuando la sociedad empieza a
mirar a los grupos políticos. Primero a los locales por su proximidad, luego a
los autonómicos y finalmente a los nacionales. Se espera de ellos el aporte de
soluciones que ayuden a paliar el drama del paro.
Así Getafe, después de ser gobernada durante 30 años por
gobiernos progresistas, en 2011, la sociedad otorga la mayoría del voto al
Partido Popular.
Incluso siendo cierto que los últimos años PSOE-IU, dejan
muestras de desconexión social, y el paro estaba creciendo, la llegada a la
alcaldía de Juan Soler del Partido Popular, tampoco frena la caída del empleo y
sí, aplica su diseño de Gobierno con claros y oscuros en su gestión bianual.
Desde el principio decide dejar su impronta de su paso
por la ciudad aplicando aspectos decorativos que marquen la diferencia con el
pasado más inmediato, sobre todo en el centro de la ciudad.
En cultura también se valora un cambio positivo. El deporte,
la propia inercia de los colectivos que lo practican lo mantienen en buen
nivel. En área social se crea la Comisión de Desahucios. La limpieza, sobre
todo en barrios más alejados del centro preocupa a sus habitantes. Así, se
podía seguir con más apartados.
Pero, donde fracasa rotundamente el alcalde Soler, es en
la conexión con la mayoría ciudadana. La vertebración social que durante los
años pasados de gobierno progresista se había implantado en Getafe, a Juan
Soler, no le vale. Esto, ya lo veníamos percibiendo pero ha sido recientemente
en sesión plenaria cuando afirma: “no creo en las asociaciones, creo en las
personas”.
Esta declaración a nadie que forme parte de colectivos, y
hay bastantes, ha dejado indiferente. Y, si el alcalde en su pensamiento tenía
a las asociaciones sociales, una generalidad de este tipo, también lo aplica y
afecta directamente a las dos asociaciones empresariales de pymes y autónomos que están
reconocidas por sus méritos propios en nuestra ciudad: Asociación de Jóvenes
Emprendedores AJE y Agrupación Comerciantes y Empresarios de Getafe ACOEG.
Cuando finalmente se convoca “La Mesa por el Empleo” para
el próximo día 25 y los colectivos que tienen la obligación de asistir tienen
en su memoria que: “personas sí, asociaciones no” acometer medidas de grupo que
lleven a buscar salidas para los 17.000 parados se hace bastante difícil como
punto de partida. Máxime, cuando está sobre la mesa los siete despidos, dos de
ellos delegados sindicales de UGT, de la empresa municipal Getafe Iniciativas
GISA.