Con lo que está cayendo. Con los problemas que tiene la
sociedad española. Con el creciente número de parados. Con la cantidad de
familias que tiene todos sus miembros en paro. Con la crisis económica que
vivimos en España, los cachorros populares manifiestan su añoranza por la época
franquista.
Esto evidencia que a esos jóvenes y sus familias nada de
lo anterior les afecta y por tanto, no padecen las consecuencias de la crisis
brutal que asola España.
Sabemos que a ellos, los servicios públicos de calidad ni
les van, ni les viene. Ellos, cuando necesitan estudiar lo hacen en colegios
privados. Cuando necesitan un tratamiento médico serio se acercan a los
hospitales privados. Y, como sus familias tienen los medios y recursos
necesarios, seguramente no tendrán que formar parte de las colas del paro.
Por ello, con todos los problemas básicos resueltos se
dedican a llenar su tiempo de asueto, haciendo apología del franquismo y el
nazismo. Prácticas políticas que han generado millones de muertes de todas
aquellas personas que pensaban de manera distinta, defendían la libertad de
ideas y la solidaridad con sus semejantes.
Ante este comportamiento de grupos de jóvenes de Nuevas
Generaciones del Partido Popular, destacados dirigentes nacionales del PP, se
han visto obligados a decir algo al respecto. No olvidemos que ese es el germen
del futuro del PP.
Así, Esteban González Pons, vicesecretario de Estudios y
Programas, ha afirmado “con indignación” que quienes cometen “la estupidez de
fotografiarse o mofarse haciendo gestos nazis o fascistas no merecen estar en
el Partido Popular”.
De igual manera, Rafael Hernando, portavoz adjunto en el
Congreso, ha asegurado que si estuviera en su mano los expulsaría del PP. Sin embargo,
a continuación empieza a comparar la bandera franquista con la bandera republicana,
sobre la ilegalidad de una y otra, divaga sobre un hipotético debate histórico
sobre la legitimidad de la Segunda República, para terminar afirmando sin rubor
que “la República española llevó a un millón de muertos”.
Después de esta tremenda afirmación, se entiende que los
cachorros populares se comporten de la manera que lo hacen. Es producto de las
ideas y conversaciones que sus progenitores expresan. Nunca van a escuchar que a la Segunda República, legalmente constituida y a su Gobierno votado democráticamente, los derribó un golpe de Estado
liderado por el General del Ejercito Francisco Franco.
Que durante 40 años, en España se padeció una brutal
represión política con miles de personas asesinadas y que todavía hoy, hay
familias que tienen a sus familias enterradas en las cunetas sin poder
recuperar sus restos para darle honrada sepultura.
Como los jóvenes del PP, tienen asumida una versión de la
Historia de España manipulada, se permiten hacer esa apología que tanto dolor
representa para una gran parte de la sociedad española. Dice Hernando, que “si
estuviera en su mano los expulsaría del Partido Popular”. Cabe preguntarse ¿en manos de quién está el hacerlo?