Desde que llegó al Gobierno el Partido Popular, el Banco
de España no había hecho pronóstico de futuro. Ahora lo hace y no es nada nuevo
lo que aconseja. Esta receta ya se la recomendó al anterior Gobierno. “Reforma profunda del mercado de trabajo”.
Advierte que de no llevarse a cabo, el paro puede llegar
a más del 23% de la población activa.
Desde luego con ese pronóstico y aplicando la fórmula, la
confianza del que tiene trabajo se contrae y no digamos la moral del que está
buscando un empleo.
Sin ser experto en economía, recogiendo la opinión de las
personas de nuestro alrededor, llegamos a la conclusión, que ante los datos de
recesión que nos anuncia, lo mejor que podemos hacer es gastar sólo y
estrictamente lo necesario. Debemos autoprotegernos.
Dado que el nuevo Gobierno (PP) que parecía tener el
catálogo de soluciones no lo puede aplicar, es mejor que cada cual vele por sus
propios intereses. Todavía hoy, al Sr. Rajoy, le vale la excusa de que el
déficit público no era el esperado y por tanto no termina de arrancar. Este
motivo obviamente no le puede servir eternamente y más pronto que tarde, le
exigiremos que cumpla sus promesas electorales.
Lo hizo antes y lo sigue haciendo ahora, el Gobernador
del Banco de España, siempre carga sus decisiones reguladoras sobre la población
asalariada. Nunca sobre el capital financiero, grandes fortunas, sueldos millonarios
de empresarios y consejeros y toda una estirpe intocable.
Entonces, nos debemos preguntar: si no puedo gastar más
que lo necesario, de qué sirve la reforma profunda del mercado de trabajo. Por mucha
flexibilidad que exista qué emprendedor se atreve a poner nada en marcha si
luego lo que produce no lo consume el mercado?
La historia nos ha enseñado que el exceso de optimismo en
un asunto como este, no es bueno. Pero, el pesimismo y la desconfianza nos conducen
irremediablemente a una espiral sin salida.