Ni Esperanza, ni Lucía, presidenta y consejera de la Comunidad de Madrid, (PP) esperaban una respuesta tan masiva y unida contra los recortes aplicados en la Enseñanza pública madrileña.
Pasado el efecto de las primeras declaraciones de las responsables del Gobierno de la CAM, apoyadas como siempre por el estulto útil, González Pons; tengo que valorar como positivo que la consejera de Educación, Lucía Figar, declare: que si tras las inspecciones que están llevando a cabo en los Institutos de Educación Secundaria, se detecta que se han "equivocado" y faltan profesores, estos se enviarán de forma inmediata.
Es afirmación, demuestra que ha comprendido la magnitud del error cometido y que ha valorado la respuesta firme y contundente nunca conocida de la Comunidad escolar. Ha sido todo un ejemplo de unidad de profesores y padres, que además, han recibido una solidaridad incuestionable de sindicatos, partidos políticos y sociedad civil.
Debemos aguardar que los inspectores encargados de analizar la situación de cada Centro, hagan su trabajo con imparcialidad profesional realista y por tanto, haciendo valer el principio de Calidad en la Enseñanza Pública, dictaminen a favor de incrementar las plantillas necesarias para el logro del objetivo que defendemos todos: “La Educación y la Formación” son la base de una sociedad de progreso.
No puedo terminar sin sancionar el lamentable comportamiento que ha tenido la presidenta Aguirre en este proceso. La culminación de la amenaza llega cuando pide la dimisión del ministro Gabilondo. Uno de los componentes del Gobierno del Estado, mejor valorado por la sociedad.
Esperamos que la aseveración de Figar, se convierta en realidad. Continuar con los despidos y recortes es conducir la situación a un callejón sin salida.