El anuncio oficial del adelanto electoral en Andalucía,
deja en un segundo lugar las elecciones municipales. Cuando los equipos de
campaña estaban preparando sus estrategias para el 24 de mayo, la convocatoria
andaluza del 22 de marzo condicionará muchas cosas.
Las de Andalucía son unas `elecciones arriesgadas´ para los
socialistas andaluces y por extensión a los del resto de España. Me explico:
La ruptura del pacto de Gobierno PSOE-IU, seguido de una
intensa campaña electoral, dejará al descubierto todos los motivos de uno y
otro lado, que han surgido para provocar la revocación del acuerdo sin esperar
al cumplimiento del plazo establecido.
Dentro del escenario político que hoy vivimos, también
hay que contar con la ola que lleva a Podemos a estar presente en la campaña
andaluza y por cierto, será la primera concurrencia después de las europeas. La
que se perfila como candidata en Andalucía Teresa Rodríguez, ya lo anuncia: “Es hora de que decidan
los andaluces, estamos preparados para ganar”.
Sin conocer al resto de candidatos de otros grupos, al día de hoy serán
estas dos mujeres las que tendrán que convencer al pueblo andaluz de las
bondades y beneficios que sus proyectos políticos tienen para el futuro de los
andaluces. Una comunidad con unas características muy especiales y por tanto,
muy sensible con las consecuencias que esta crisis está aplicando a las
familias andaluzas.
Es obvio, que la situación sería mucho peor si las políticas sociales
aplicadas por los socios de Gobierno hasta hoy, no hubieran realizado un gran
esfuerzo de contención para salvar un Estado de bienestar que ayuda de soporte paliativo
de los efectos de la crisis española.
Antes decía que son unas `elecciones arriesgadas´. El PSOE de Andalucía,
después de despedirse de sus socios de Izquierda Unida, abre una brecha difícil
de reducir si los resultados obligaran a tener que sentarse juntos. Sin olvidar,
el posible resultado que el grupo Podemos, sumaría a un escenario político
nuevo en Andalucía.
En definitiva, el PSOE andaluz, con Susana Díaz a la cabeza, está obligado
a obtener la mayoría absoluta del Parlamento. Si no fuera así, se estaría
repitiendo la aventura del adelanto electoral del presidente Artur Mas en Cataluña. Con las consecuencias que la lectura política
dejaría para las elecciones municipales.
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