Razones personales hacen que estos días muy calurosos los
esté pasando en el interior de Andalucía. La provincia de Jaén, lamentablemente
es mencionada por sus altas temperaturas. Hay que esperar a la entrada de la
noche para poder disfrutar de sus calles y plazas.
Así, en el municipio de Martos donde resido, aprovecho la
celebración de su Feria para tomar un refrigerio nocturno. Dentro de la celebración,
ha habido dos días bien diferenciados: el 21, día del encendido del ferial, hubo
una alta participación vecinal que a los foráneos del lugar nos sorprende. Luego
ya el 22, los ánimos se relajan, hay que hacer cálculos económicos y la salida
es más moderada. Aún así, las noches andaluzas en estos días son muy animadas.
Pero no todo son festejos. La provincia de Jaén al carecer
de costa no tiene la actividad veraniega que genera el turismo de playa. Por
tanto, padece un alto índice de paro que ni la estacionalidad del verano ayuda
a rebajar. Entre los más afectados están los jóvenes cuyo número de parados
supera el 50%. Y, de la provincia sale el mayor número de personas que se
desplazan a la recolección de la vendimia francesa.
La reactivación económica de la provincia pasa por la
transformación industrial de la materia prima del olivar. Para ello, se
necesitan empresas que se dediquen al desarrollo del I+D+i. Jaén y su provincia
se tiene que convertir en una comarca industrial por obligación. El Gobierno de
Andalucía, debe pensar y desarrollar un equilibrio territorial que compense
turismo de sol y playa con desarrollo industrial del interior. Desde esa
perspectiva, implantadas empresas punteras en investigación, más sus empresas
auxiliares, creando empleo fijo, se puede reactivar la otra parte esencial que
complementa la actividad laboral, la construcción de viviendas. Sin cerrar ese
círculo, aunque el cuerpo te pida algo de fiesta ocasional, la realidad se
impone y se muestra en las casetas de los partidos políticos.
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